Introducción

En un mitin del PSOE, la promesa de una mano dura contra la Iglesia a menudo provoca fervor entre los asistentes. Pedro Sánchez lo sabe bien, pues ha utilizado esta estrategia en varias ocasiones, desde las primarias que lo llevaron a derrotar a Eduardo Madina en 2014 hasta aquellas en las que superó a Susana Díaz en 2017. Esta retórica también es conocida por los obispos, quienes han tenido que maniobrar entre los ataques y las negociaciones con el PSOE para reducir el impacto de sus propuestas.

Propuesta de derogación del acuerdo educativo

Una de las medidas más contundentes que el PSOE baraja para incrementar la separación entre la Iglesia y el Estado es derogar el actual acuerdo educativo con el Vaticano, un pacto firmado en la transición española que ha perdurado durante 45 años. La idea, aunque ha fluctuado en la agenda del partido, resurge ahora en un momento de tensión política y social.

Antecedentes del acuerdo educativo

El acuerdo educativo forma parte de una serie de compromisos entre España y la Santa Sede firmados en 1976 y 1979 que conceden a la Iglesia católica un estatus privilegiado dentro del sistema educativo español. Este marco legal permite que los colegios públicos impartan educación religiosa y garantiza la selección de docentes por parte de los obispados, un sistema que ha sido objeto de críticas por su contraposición a un estado aconfesional.

Desafíos de la implementación del cambio

Pedro Sánchez, desde su llegada a la Moncloa en 2018, ha intentado mantener un discurso laicista. Sin embargo, la implementación de cambios significativos ha sido más limitada de lo esperado. A pesar de diversas promesas, como la ley de libertad de conciencia o la cesión de bienes inmatriculados por la Iglesia, muchos de estos proyectos no han cumplido las expectativas, lo que ha generado un creciente malestar entre los sectores más progresistas del PSOE.

Congreso federal del PSOE

La propuesta de derogación del acuerdo educativo ha sido incluida en la ponencia del congreso federal del PSOE que se llevará a cabo entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre en Sevilla. Este congreso es un espacio clave para que el PSOE defina su futuro y prioridades políticas, especialmente en un contexto en el que partidos de izquierda como Sumar están presionando por un programa más ambicioso en materia de derechos civiles y separación Iglesia-Estado.

Críticas al acuerdo

Los Acuerdos con el Vaticano han sido vistos por muchos como una carga que perpetúa un modelo educativo que favorece a la Iglesia. Desde su firma, los detractores han argumentado que este pacto contradice el carácter aconfesional del Estado, garantizando recursos públicos y una influencia desproporcionada de la Iglesia en la educación.

Retos legales para la derogación

Sin embargo, la derogación de este acuerdo no es una tarea sencilla. Según expertos en derecho, los acuerdos tienen la consideración de tratados internacionales, y cualquier intento de derogarlos necesitaría seguir un proceso legal que podría provocar tensiones con el Vaticano. La falta de claridad sobre cómo se podría llevar a cabo esta derogación ha llevado a interpretaciones cautelosas entre los analistas políticos y juristas, quienes advierten que la propuesta podría ser más simbólica que efectiva.

Conclusiones y próximas acciones

Así, la promesa de derogar el acuerdo educativo se presenta como un gesto hacia las bases del PSOE, pero también deja en el aire interrogantes sobre su viabilidad. ¿Realmente el PSOE está listo para dar el paso de acabar con 45 años de acuerdos con la Iglesia? La próxima reunión en Sevilla podría ser un punto de inflexión, pero muchos cuestionan si esto se traducirá en acciones concretas. Mientras tanto, la Iglesia Católica observa con atención, preparada para responder a cualquier movimiento que pueda afectar su posición en la educación pública e influir en la sociedad española.