La tensión entre el Real Madrid y LaLiga ha alcanzado un nuevo nivel en la reciente Asamblea General de clubes. Durante la reunión, José Ángel Sánchez, mano derecha de Florentino Pérez, expresó su descontento con varios puntos de los presupuestos anuales, centrándose especialmente en la financiación destinada al fútbol profesional femenino.

A pesar de las reuniones previas para discutir los presupuestos, la presencia de Sánchez y un abogado del Real Madrid en la Asamblea subrayó la seriedad del asunto. La controversia gira en torno a los ocho millones de euros que LaLiga ha destinado al desarrollo del fútbol femenino en la Liga F.

"Es demasiado. Hay que cortarlo", declaró Sánchez directamente a Javier Tebas, presidente de LaLiga, ante una audiencia repleta de presidentes de otros clubes. La financiación de este sector se establece mediante un plan quinquenal basado en derechos comerciales, que promete un aumento gradual en las aportaciones: seis millones en el primer año, ocho en el segundo y tercero, y 10 millones en las temporadas 2025-26 y 2026-27. Sin embargo, múltiples desafíos, incluido el impago de su anterior patrocinador, Finetwork, han complicado esta inversión.

La integridad de la Liga F también depende de los derechos de televisión, con DAZN como socio, y del respaldo gubernamental a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), que ha invertido 20 millones en los últimos tres años para árbitros y estructura de la liga. A esto se suman 19,5 millones para las infraestructuras de los clubes, pero estas ayudas se extinguirán la próxima temporada, lo que hace imperativa la necesidad de un apoyo continuo.

Hay quienes en el ámbito profesional han levantado la voz en queja, considerando que de los 42 clubes profesionales (20 en Primera y 22 en Segunda), solo 13 están representados en la Liga F. Pero en este escenario, el Real Madrid, que se beneficia de esta financiación, parece decisiones que van más allá del interés de otros clubes, mostrando que la situación se mantiene tensa.

La confrontación actual es solo un capítulo más de un largo historial de conflictos entre el Real Madrid y LaLiga, que incluyen la venta centralizada de derechos, presiones sobre CVC y disputas sobre cómo se retransmiten los partidos. Con una tasa de éxito en sus litigios que ha dejado mucho que desear, es evidente que este tira y afloja seguirá siendo tema de discusión mientras los equipos y las aficiones se preguntan: ¿es correcto dejar de apoyar el fútbol femenino en un momento tan crítico?