La controversia en torno a las universidades públicas en Madrid alcanza un nuevo nivel. Solo once días después de que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, caracterizara a la Universidad Complutense (UCM) como "colonizada" por la izquierda, el rector Joaquín Goyache ha respondido con una carta contundente. En su misiva, Goyache critica a Ayuso por "desmerecer" a la institución y calificarla de "caricatura ideológica". Las palabras de Ayuso no solo provocaron la indignación del rector, sino que también desataron una ola de protestas entre los profesores de la UCM, quienes han solicitado una aclaración y rectificación de la presidenta.

El tenso desencuentro ocurre en un contexto delicado. En primer lugar, el Gobierno regional está preparando una nueva ley de universidades, lo que podría tener un impacto significativo en la financiación y gestión de estas instituciones. En segundo lugar, el presupuesto para el 2025 apenas presenta un incremento del 0,9% para las universidades, muy por debajo del 18% que los rectores habían solicitado para afrontar sus crecientes necesidades. Para la UCM, que ya enfrenta problemas financieros graves, esta situación es alarmante. En los últimos años, ha habido un drástico recorte en inversiones, lo que ha dejado a muchos campus cerca de la quiebra.

Durante el pleno de la Asamblea de Madrid, en el que Ayuso disparó sus críticas, afirmó: "La universidad, si hay algo que tiene, es el prestigio. Cuando se dan los títulos como churros, es utilizar las instituciones". Su retórica incendiaria no ha hecho más que avivar el fuego entre las instituciones educativas y el gobierno regional. Los docentes de la Complutense han reaccionado firmemente, elaborando un manifiesto en defensa del prestigio del centro.

Joaquín Goyache, en su respuesta, no escatimó en palabras: "Me dirijo a usted para expresar mi más firme desacuerdo con sus recientes declaraciones. Este tipo de afirmaciones generan un daño irreparable al prestigio de la universidad". Goyache subrayó la importancia de las universidades como centros de conocimiento y diversidad, aspectos que, según él, no deben ser reducidos a meras ideologías.

La tensión se intensifica, especialmente porque Ayuso ha sido criticada por su gestión de la educación superior. Muchos rectores, incluido Goyache, han advertido sobre un "clima opresivo de indiferencia" hacia la enseñanza en el país, un tema que se ha complicado aún más por la investigación que actualmente enfrenta Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por delitos de corrupción. Esta situación ha alimentado las suspicacias en torno a la relación entre la UCM y el Gobierno, y ha llevado a Goyache a desmentir cualquier vínculo ilegal o irregular.

Además, el conflicto se agrava con la inminente aprobación de nuevas universidades privadas, como la Universidad Abierta de Europa, a pesar de las advertencias de expertos que cuestionan la viabilidad de tales iniciativas en el marco de un sistema educativo ya comprometido. La controversia no solo pone en riesgo la integridad de la educación pública, sino que también plantea serias preocupaciones sobre el futuro del sistema universitario en Madrid. En medio de todo esto, Goyache y otros rectores clamaron por una mejor financiación y apoyo a las universidades públicas, en lugar de fomentar divisiones. El debate está más candente que nunca, y los próximos movimientos del Gobierno y de las universidades serán cruciales para el futuro de la educación superior en la región.