
El Sofá Acuchillado: Un Oscuro Presagio del Crimen en Badajoz
2025-03-15
Autor: Carmen
El trágico suceso que conmocionó a Badajoz ocurrió a finales de febrero, específicamente el día 24, cuando tres menores que residían en un piso tutelado de la calle Castillo de Benquerencia, en la Urbanización Guadiana, se fugaron de la vivienda. Dos de ellos, un chico de 15 años y una chica de 17, están actualmente detenidos tras el asesinato de su cuidadora. Un cuarto menor también escapó, pero no se le imputa el crimen porque fue el encargado de dar la voz de alarma.
Al regresar a la vivienda tras su breve fuga, se descubrió que el sofá del salón había sido brutalmente acuchillado el 26 de febrero. Este sofá era nuevo y su ataque no solo es alarmante, sino que se considera un indicativo del ambiente tenso y problemático en el que vivían estos jóvenes.
Hasta ese momento, el piso tutelado estaba ubicado en el Cerro Gordo, pero una mudanza había llevado a estos menores a un nuevo chalé en la Urbanización Guadiana, más espacioso y cercano a varios servicios de apoyo. La empresa responsable, al trasladarse, compró nuevo mobiliario, siendo el sofá una de las primeras adquisiciones. La decisión de renovarlo fue vista como una tentativa de ofrecer un ambiente mejor para los menores, aunque, irónicamente, terminó siendo el blanco de su frustración.
Los trabajadores del centro han identificado este ataque al sofá como una represalia de algunos menores por haber sido devueltos al hogar tras su fuga. Después de escapar, algunos regresaban visiblemente alterados, afectos a problemas de consumo de drogas y sin haber tomado su medicación psiquiátrica, lo que incrementaba el riesgo y la tensión dentro de la vivienda.
Durante esa escapada, uno de los menores fue devuelto por sus propios familiares, mientras que el de 15 años llegó hasta Sevilla, donde fue encontrado en los baños de una estación. La Policía Local de Sevilla se puso en contacto con los responsables del hogar para devolverlo a Badajoz, justo antes del incidente con el sofá.
Apenas tres días después de este ataque, se produjo otra fuga, esta vez junto a un menor de 14 años que era nuevo en la casa. Se les encontró un evento después en Villafranca de los Barros, donde habían consumido drogas y cometido varios robos. A pesar de que la Guardia Civil había iniciado investigaciones por uno de los hurtos, apenas unos días después de su regreso a la casa, se produjo el horrible homicidio de la cuidadora, aparentemente mientras los jóvenes intentaban escapar nuevamente.
Además de las fugas y el escandaloso incidente con el sofá, los trabajadores del hogar habían reportado numerosas incidencias prior que reflejan un entorno cada vez más peligroso. Un robo en el despacho, donde se guardan documentos y medicinas de los menores, fue solo un capítulo más en la creciente lista de problemas que aquejan a este lugar. Los ecos de la violencia y el descontrol resuenan cada vez más fuerte en este hogar tutelado, que podría ser un reflejo de una crisis más amplia en el sistema de protección de menores.