El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha compartido en su círculo cercano la sorprendente noticia de que Elon Musk podría retirarse de su rol dentro del Gobierno en las próximas semanas. Musk ha sido un colaborador esencial en la ambiciosa iniciativa de Eficiencia Gubernamental, pero planea reducir su participación activa, asumiendo un papel de asesor informal, según han citado diversas fuentes cercanas al tema.

Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, ha negado de manera contundente la información publicada por Politico, alegando que es una afirmación sin fundamento: «Esta primicia es basura», escribió la portavoz en X.

Sin embargo, tanto Musk como Trump han afirmado abiertamente que su paso al lado se concretará una vez que complete su labor en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Este cambio se produce en un momento en que varias voces dentro de la administración muestran su frustración por la naturaleza impredecible de Musk, considerándolo un posible lastre político. La reciente caída de un juez conservador apoyado por él en Wisconsin ha intensificado esta preocupación.

A pesar de que hace solo un mes los insiders de la Casa Blanca afirmaban que Musk “había llegado para quedarse”, la transición ahora parece inminente, con su estatus como “empleado gubernamental especial” por concluir entre finales de mayo y principios de junio. La salida de Musk podría tener repercusiones no solo en la Eficiencia Gubernamental, sino también en el futuro de varias iniciativas controvertidas que han generado críticas.

No obstante, un alto funcionario de la Administración dejó claro que aquellos que piensan que Musk se alejará completamente del entorno de Trump están en un error. Se espera que Musk mantenga su influencia como una figura ocasional en la Casa Blanca y su cercanía al presidente.

Elon Musk ha sido un personaje polémico dentro de la Administración, enfrentándose a otros funcionarios y sorprendiendo a la opinión pública con anuncios inesperados en sus redes sociales. De hecho, su reciente decisión de invertir 20 millones de dólares en la elección de Wisconsin, que resultó en una derrota del candidato conservador, ha sido vista como un punto de inflexión en su relación con el partido republicano.

Preparativos para la Salida

Antes de la elección en Wisconsin, Trump ya había comenzado a preparar a su equipo para la salida de Musk. En una reunión del gabinete, anunció que Musk iniciaría su transición fuera del Gobierno. Sin embargo, el presidente no perdió la oportunidad de elogiarlo al permitir la entrada de los periodistas, describiendo a Musk como un “patriota” y un “amigo”.

En una reciente entrevista con Fox News, Musk sugirió que su salida del Gobierno era parte de un proceso natural, afirmando que ya ha logrado reducir el déficit presupuestario en un billón de dólares. Aunque Trump ha expresado su deseo de que Musk permanezca un tiempo más en su equipo, también ha reconocido que el magnate eventualmente deseará retomar su enfoque en sus empresas.

La partida de Musk podría marcar el fin de varias políticas controvertidas, incluyendo recortes abruptos en diversas agencias federales y decisiones que alteraron programas de salud pública, como los relacionados con la prevención del ébola. Además, su figura ha sido utilizada por la oposición demócrata para criticar a la Administración Trump, suscitando debates intensos sobre la efectividad de sus estrategias.