Elvira Mínguez, nacida en Valladolid en 1965, ha decidido dar un salto significativo en su carrera al asumir la dirección de 'La sombra de la tierra', tras participar en un taller de escritura creativa con Clara Obligado. Aunque ha estado escribiendo durante más de treinta años, fue en este taller donde redescubrió su pasión por la escritura y se sintió lista para llevar su historia al medio audiovisual.

Con el lanzamiento de la adaptación audiovisual de su novela, que se estrenará el 24 de noviembre, Mínguez se muestra decidida a demostrar su visión como directora y creadora. La obra ha sido transformada en una miniserie de cuatro episodios, presentada por Atresmedia en el Festival de San Sebastián. "Si pudiera dedicarme solo a dirigir, dejaría de actuar", afirma con firmeza.

La autora revela que siempre imaginó 'La sombra de la tierra' como una película, y al trabajar con Fonte Films, sintió que podía controlar el proyecto de manera efectiva. Mínguez aborda temas complejos como los abusos sexuales en un contexto histórico en el que el lenguaje y el tono son fundamentales, y su enfoque cinematográfico se traduce en una narrativa rica y madura.

"En las series españolas, parece que nos tratan como si fuéramos idiotas. Somos espectadores capaces de entender narrativas complejas, como 'Juego de Tronos'. La televisión española necesita elevar su nivel de exigencia", critica Mínguez, quien desea que los relatos propuestos sean intrigantes y desafiantes para la audiencia.

El proceso de adaptación supuso una experiencia retadora para Mínguez, quien tuvo que reescribir partes de la historia para adecuarse al formato de los cuatro episodios, manteniendo siempre la esencia de la novela. Reconoce que desde el principio se hizo evidente que la historia tenía un matiz de western, recordando personalmente sus raíces cinematográficas en los spaghetti westerns que marcaron su infancia.

A lo largo de su carrera, Mínguez ha trabajado en numerosas series, pero siempre como actriz. Esta experiencia le permitió abordar su nuevo rol con una perspectiva única, asegurando que la profundidad de los personajes fuera primordial. La selección del elenco también fue clave para ella; buscaba actores con habilidades excepcionales, que fueran reconocibles, pero no excesivamente conocidos, para que la historia brillara sin distracciones.

El valor del lenguaje y los diálogos también son una de las marcas distintivas de su obra. Lucha por mantener un nivel de diálogo que no trate al espectador como si fuera menos inteligente, enfatizando que las historias funcionan cuando se les permite un espacio de reflexión.

Finalmente, Mínguez expresa su amor por escribir, aunque ha disfrutado de la dirección, destacando que si tuviera la oportunidad, se enfocaría completamente en esta última. Actualmente, se encuentra trabajando en otra novela, con aspiraciones de continuar desarrollando su carrera, tanto en la escritura como en la dirección. Su firme decisión de mantener un enfoque elevado en contenido y calidad en la producción de 'La sombra de la tierra' promete ofrecer un espectáculo que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión.