'Global Freaks', una de las tiendas más emblemáticas dedicadas al mundo del anime y manga en Barcelona, ha cerrado sus puertas de manera abrupta y ha dejado a cientos de clientes en la estocada. El propietario ha desaparecido sin dejar rastro, desfalcando más de 120.000 euros en preventas según reportan los afectados en redes sociales y el portal Infobae.

Las figuras de anime y manga son un verdadero sueño para los ‘otaku’, aficionados que buscan completar sus colecciones con piezas que en algunos casos pueden alcanzar precios de hasta 1.000 euros. 'Global Freaks' había ganado popularidad en la zona del Arc del Triomf, donde se concentran otros negocios similares, gracias a la oferta de figuras de importación y un creciente sistema de preventas. Los clientes, confiando en la reputación de la tienda, pagaban por adelantado para asegurar la disponibilidad de las figuras deseadas, a menudo agotadas incluso antes de su lanzamiento oficial.

Este modelo de negocio ha dejado a muchos clientes desamparados, y algunos han perdido hasta 5.000 euros. Rumores sobre problemas con distribuidores habían circulado antes de que la tienda retirara su oferta de figuras en línea, añadiendo más incertidumbre a la situación.

La prestigiosa compañía Tsume, especializada en figuras de alta calidad, ha confirmado que muchas de las piezas reservadas por 'Global Freaks' permanecen en sus almacenes, esperando un pago que nunca ha llegado. Otras distribuidoras también han expresado su asombro y preocupación por el modelo de preventa que utilizaba la tienda.

Los empleados de 'Global Freaks', que se sentían tan engañados como los clientes, mencionan que habían estado trabajando a destajo para rescatar la situación que sabían insostenible. Alberto Martínez, responsable de marketing, ha hecho un llamado en Twitter pidiendo comprensión hacia los trabajadores y asegurando que están dispuestos a ayudar a todos los afectados.

Por el momento, aquellos que realizaron sus pagos a través de PayPal en los últimos seis meses tienen la opción de abrir una disputa para intentar recuperar su dinero. Sin embargo, muchos clientes tendrán que considerar acciones legales por su cuenta o unirse en una demanda colectiva para intentar recuperar lo perdido.

Este escándalo ha abierto un debate sobre la confianza en las tiendas de preventa y el futuro de los negocios en el ámbito del coleccionismo de figuras de anime en Barcelona. Mientras tanto, se alza una pregunta inquietante: ¿puede la comunidad otaku en Barcelona encontrar una alternativa segura ante este fenómeno creciente de cierres sorpresivos?