El Ministerio de Consumo de España ha tomado una decisión drástica al multar a cinco aerolíneas de bajo coste con un total de 179 millones de euros a causa de sus "prácticas abusivas". Este castigo se debe, principalmente, a la polémica decisión de estas compañías de cobrar suplementos por el equipaje de mano y por la reserva de asientos contiguos para ayudar a personas dependientes. Ryanair, la aerolínea más afectada, deberá pagar 107 millones, mientras que Vueling, EasyJet, Norwegian y Volotea enfrentan multas de 39 millones, 29 millones, 1.6 millones y 1.1 millones de euros, respectivamente.

A pesar de esta sanción histórica, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha anunciado su intención de recurrir la multa y ha solicitado medidas cautelares. Según su presidente, Javier Gándara, esta práctica comercial es "perfectamente legal" y debería estar vigente, argumentando que no debería desventajar a las aerolíneas en un marco europeo donde tales prácticas son comunes.

El CEO de Ryanair, Michael O'Leary, no se ha quedado callado y ha calificado la multa de "ilegal e infundada", afirmando que afectará negativamente la capacidad de las aerolíneas de bajo coste de ofrecer tarifas asequibles a los consumidores. O'Leary también ha destacado que el éxito de Ryanair en Europa se debe precisamente al régimen de Cielos Abiertos, que permite que las aerolíneas establezcan precios sin intervención gubernamental.

Entre las prácticas denunciadas, se incluyen no permitir pagos en efectivo en los aeropuertos y la imposición de tasas abusivas por imprimir tarjetas de embarque. Además, se menciona la falta de transparencia en la información de precios, lo que dificulta la comparación de tarifas para los consumidores.

Este conflicto se originó tras una investigación iniciada en junio de 2023, donde se sospechaba de irregularidades en siete aerolíneas de bajo coste. Después de varios recursos y apelaciones, el Ministerio de Consumo ha elevado la sanción a 179 millones para poner fin a la vía administrativa, lo que podría llevar ahora a un prolongado proceso judicial que, según Gándara, podría tardar "varios años" en resolverse.

Los expertos advierten que, si las aerolíneas son forzadas a eliminar el cobro por el equipaje de mano, volar en España podría volverse más caro para los pasajeros. Además, se prevé que esto cause retrasos en los vuelos, ya que la capacidad de almacenamiento en la cabina se vería seriamente afectada.

La controversia sobre el cobro por equipaje de mano no es nueva. A medida que las aerolíneas de bajo coste proliferaron, algunas prácticas se popularizaron, llevando a una confusión sobre qué se considera equipaje de mano y lo que realmente debería ser gratuito. La ALA ha pedido a la Comisión Europea una normalización de las dimensiones del equipaje de mano, buscando soluciones que puedan evitar este tipo de conflictos en el futuro.