Este domingo, el encuentro de fútbol entre el Deportivo y el Sporting de Gijón se ha catalogado como un evento de alto riesgo, lo que ha llevado a las autoridades a desplegar un fuerte dispositivo de seguridad con más de 150 agentes de la Policía Nacional. Este operativo es el resultado de una coordinación exhaustiva entre la Policía Local, los servicios de emergencias, la protección civil y la seguridad privada, así como los departamentos de seguridad de ambos clubes.

En un giro inesperado, 165 aficionados han sido identificados como posibles responsables de los altercados violentos ocurridos antes del partido del 6 de octubre en A Coruña. Las sanciones propuestas podrían alcanzar una cifra alarmante de 1.053.601,55 euros, junto con la prohibición de acceso a los recintos deportivos de entre uno y seis meses. Esta medida busca una respuesta contundente ante la creciente problemática de la violencia en los estadios.

Además, como parte de las medidas preventivas, se han implementado cambios significativos en la venta de entradas, que ahora serán nominales. Esto significa que cada entrada estará asignada a una persona específica, con la posibilidad de requerir identificación en el acceso al estadio. Se espera que esta estrategia no solo reduzca la reventa de entradas, sino que también limite la presencia de individuos que puedan provocar disturbios.

Las puertas del estadio abrirán 90 minutos antes del inicio del partido, permitiendo así un acceso controlado y evitando las aglomeraciones. Los organizadores hacen un llamado a los aficionados a llegar con antelación y a respetar las normas establecidas para asegurar que el evento se desarrolle sin contratiempos.

Es crucial que los seguidores de este deporte comprendan la importancia de mantener un ambiente seguro y respetuoso en los recintos deportivos. La violencia nunca debe ser una opción en el fútbol. ¡Los aficionados deben unirse para hacer del deporte una fiesta donde prime el respeto y la deportividad!