La historia de Ícaro, el famoso personaje mitológico que intentó volar demasiado cerca del sol, toma un giro inesperado en el mundo real con un caballo de competición llamado Ícaro, quien ha quedado ciego de un ojo. Este caballo es el protagonista de una controversia legal que involucra a Claudio Alejandro Castilla Ruiz, un jinete olímpico español que ha representado a su país en Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y está en camino a París 2024.

La demanda fue interpuesta por Rodolfo Mora Mora, un empresario mexicano, en el Juzgado de Primera Instancia de Móstoles. Mora está reclamando la disolución del contrato de compraventa y más de 100.000 euros en compensaciones por los daños y perjuicios ocasionados. La razón detrás de la reclamación es que, tras la compra del caballo, se descubrió que Ícaro no cumplía con las condiciones prometidas para la competición.

En diciembre de 2022, Mora adquirió al caballo bajo la premisa de que contaba con excelentes cualidades para competiciones. El objetivo era que su hija, Ana Karen, pudiera competir en los Juegos Panamericanos y, potencialmente, en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el destino de Ícaro cambió drásticamente al llegar a México.

Tras una revisión veterinaria el 2 de septiembre de 2024, se confirmó que Ícaro había perdido la visión en su ojo derecho de manera irreversible debido a una inflamación crónica, lo que llevó a la atrofia de la estructura ocular. Las implicaciones son serias: no solo el caballo no podrá competir, sino que Mora también ha incurrido en gastos significativos desde la compra, que suman un total de 101.324,56 euros. Este monto incluye el precio de la venta del caballo, los costos de entrenamiento y manutención, entre otros.

Documentos legales indican que la ceguera de Ícaro no se desarrolló durante su transporte a México sino que ya estaba presente antes de la compra, lo que despierta sospechas sobre la transparencia de Claudio Castilla durante la transacción. Además, se ha señalado que el veterinario que revisó al caballo antes de su viaje a México indicó que ya presentaba una atrofia en el ojo derecho.

Esta es la segunda ocasión en la que Mora realiza una transacción con Castilla. Anteriormente, ambas partes habían colaborado en la preparación de otro caballo para participar en el Salón Internacional del Caballo (SICAB) en España, aunque los resultados no cumplieron con las expectativas. A pesar de este revés, la relación entre ellos había continuado en términos amistosos, lo que añade una capa de complejidad a la disputa actual.

La historia de Ícaro no solo destaca la importancia de la transparencia en la compra y venta de caballos de competición, sino que también plantea interrogantes sobre la ética en el mundo ecuestre. Este escándalo ha capturado la atención de medios y aficionados por igual y podría tener repercusiones significativas en las futuras transacciones en el ámbito ecuestre.