La Mesa del Parlamento andaluz, controlada abrumadoramente por el Partido Popular (PP), ha registrado una propuesta impactante este miércoles: nombrar a Lourdes Fuster, quien fue su abogada en el escandaloso caso de los ERE, como nueva consejera del Consejo de Administración de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA).

Se espera que la designación de Fuster sea votada en el Pleno del próximo miércoles, pero el PP enfrenta un desafío, ya que necesitará el apoyo de Vox o de las fuerzas de izquierda, lo que parece poco probable. Este nombramiento requiere una mayoría de tres quintos en la Cámara, y las tensiones políticas están al rojo vivo.

Lourdes Fuster no es solo una abogada; fue una figura clave en el juicio que condenó a la cúpula de los gobiernos socialistas por el fraude en ayudas sociolaborales. Desde entonces, ha sido nombrada en tres ocasiones diferentes en cargos relevantes dentro del gobierno de Juan Manuel Moreno. En 2019, tras una feroz competencia con más de 40 candidatos, fue designada subdirectora general de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, aunque solo permaneció un año en el cargo.

En un giro inesperado, a finales de 2020, fue nombrada presidenta del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía. Y ya en agosto de 2022, el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, la trajo de vuelta a su departamento como secretaria general de Interior y Espectáculos Públicos, un rol que implicó gestionar grandes eventos en la comunidad.

El drama no termina ahí. En marzo pasado, Fuster declaró que dejaba su puesto en la Consejería de Presidencia por "motivos personales", pero hubo rumores de que recibió una oferta de trabajo "mejor". Ahora, medio año después, el PP la propone para un puesto en la RTVA, tras la renuncia de Elena Natalia Segura, generando más revuelo en un ambiente político ya tenso.

La implicación de Fuster en casos de corrupción no se limita solo al caso ERE; también ha estado presente en otros escándalos como el de Invercaria y los cursos de formación. Asimismo, su marido, Luis García Navarro, también exdiputado provincial del PP, ha estado involucrado en estos casos, lo que plantea preguntas sobre la red de relaciones que se teje dentro de la política andaluza.

Antes de que el nombramiento de Fuster sea formalizado, deberá responder a las preguntas de todos los grupos políticos en la comisión de nombramientos. Sin embargo, este proceso se ha convertido en un mero trámite, ya que los pactos previos entre los partidos suelen asegurar la aprobación de los candidatos propuestos. ¿Se avecina una nueva era de nepotismo en la RTVA o habrá alguien que desafíe la norma? Mantente atento a los últimos acontecimientos.