El Ayuntamiento de Madrid ha tomado la decisión de abrir un expediente al policía municipal que presentó una denuncia basada en un artículo inexistente contra la comunidad de vecinos que instaló una lona con el número 7.291. Esta cifra representa la cantidad de personas que fallecieron en residencias durante la pandemia en la región. La investigación, llevada a cabo por el área de Seguridad, está en curso para determinar si se tomarán medidas disciplinarias contra el agente involucrado, de acuerdo con informes de la Cadena Ser.

La denuncia ocurrió en abril, cuando el policía y su compañero se dirigieron a un edificio cercano al parque de la Elipa, donde se encontraba esta pancarta puesta por la agrupación política Más Madrid. La lona no solo destacaba la cifra trágica de fallecidos, sino que incluía el mensaje “No. No se iban a morir igual” y, en letras más pequeñas, “1.500 días desde los protocolos de la vergüenza. 7.291 personas fallecidas en residencias. 0 explicaciones”.

Los residentes recordaron cómo los policías intentaron presionarlos a retirar la lona, alegando que era ilegal y que violaba el artículo 2.1 de la ordenanza de publicidad exterior. La presidenta de la comunidad de vecinos relató que los agentes argumentaron que debían actuar para proteger el derecho al honor y la dignidad de las personas, y que no existía sentencia sobre lo que denominaron 'protocolos de la vergüenza'.

Además, los vecinos informaron que los agentes mencionaron posibles consecuencias legales, incluyendo denuncias por delitos de odio y la posibilidad de atención mediática si decidían mantener la pancarta.

La situación generó una respuesta contundente de Más Madrid, que denunció los hechos ante la Oficina contra el Fraude y la Corrupción del Ayuntamiento. Afirmaron que la actuación de la policía estaba más allá de sus competencias y mostraron su preocupación por lo que consideraron un uso político de la policía al servicio del Partido Popular. 'Los agentes actuaron como una policía política', comentó Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, pidiendo 'depurar responsabilidades' sobre este caso.

La vicealcaldesa Inmaculada Sanz descalificó las acusaciones de la portavoz, señalando que se trataba de un 'bulo' y que la actuación policial era parte de una acción 'ordinaria'. Ante las exigencias de disculpas de Maestre, Sanz se mantuvo firme en su postura, lo que intensificó la controversia en torno a la independencia y la imparcialidad de la policía municipal. La comunidad permanece atenta a las conclusiones de la investigación, en un contexto donde la libertad de expresión y el respeto a la memoria de los fallecidos parecen estar en juego.