La llegada del euro digital como medio de pago en Europa continúa generando opiniones encontradas. El último en pronunciarse ha sido el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, quien defendió con vehemencia la implementación de esta moneda digital durante su ponencia en el V Observatorio de las Finanzas, un evento organizado por El Español.

Escrivá hizo eco de la urgencia manifestada por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, respecto a la necesidad de avanzar rápidamente en la adopción del euro digital. Aseguró que "estamos en un mundo que requiere reforzar nuestra autonomía estratégica y reforzar los elementos que identifican nuestra soberanía europea."

A pesar de su firme apoyo, muchos expertos advierten que el BCE no ha presentado medidas claras para complementar la autonomía mediante el dinero físico. En un momento del debate, Escrivá planteó: "¿Y qué hay más importante o más señero en la identidad de Europa que la moneda, el euro?". Sin embargo, su afirmación se contrapone con los datos que indican que casi el 40% de las transacciones en Europa siguen realizándose en efectivo.

En su discurso, Escrivá también se refirió a los desafíos que presentan las criptomonedas, las cuales, con su naturaleza descentralizada y anónima, amenazan el monopolio estatal sobre la moneda. Destacó que "la confianza de las sociedades se basa en la existencia de un banco central que proporcione seguridad".

El euro digital, según Escrivá, brindará ventajas significativas sobre el dinero en efectivo. Señaló que permitirá realizar pagos de persona a persona, en comercio físico y comercio electrónico, sin restricciones. No obstante, omitió mencionar los beneficios de la privacidad que ofrece el dinero en efectivo, un punto crucial en la discusión sobre la nueva moneda.

También habló sobre cómo el euro digital será un activo convertible al par y estará respaldado por el Banco de España, asegurando que su uso será complementario al dinero físico y que estará bajo el control del Eurosistema. El gobernador subrayó que la implementación de esta criptomoneda se encuentra en su fase de preparación y que se espera que esté disponible pronto.

Uno de los aspectos más preocupantes del euro digital es la percepción de control que podría ejercer sobre la población. Recientemente, en el Congreso de los Diputados, se llevó a cabo una jornada que buscaba defender el uso del efectivo, donde se alarmó sobre la posibilidad de que el euro digital actúe como un "gran hermano" para controlar las transacciones de los ciudadanos.

Escrivá mencionó que el euro digital será gratuito para los usuarios y se podrá acceder a él a través de diversas tecnologías. Sin embargo, su promesa de privacidad plena se ve matizada por la necesidad de que las entidades que intermedien conozcan las transacciones por razones de prevención de fraude.

A pesar de las preocupaciones, el euro digital se espera que permita realizar pagos sin necesidad de conexión a Internet y se utilizará en intercambios entre personas y en interacciones con las administraciones públicas. La expectativa ante este proyecto es alta, pero el futuro del dinero en efectivo también se encuentra en juego en este nuevo panorama económico.