Jim Abrahams, el destacado guionista y director conocido por su invaluable contribución al cine de comedia absurdo de las décadas de 1980 y 1990, ha fallecido a la edad de 80 años. El deceso se produjo por causas naturales en su hogar de Santa Mónica, California. Su hijo Joseph ha confirmado la triste noticia a los medios de comunicación.

Abrahams fue parte fundamental de la célebre triada cómica ZAZ, junto a sus amigos de la infancia, los hermanos Jerry y David Zucker. Juntos, transformaron el escenario del humor con su emblemática película ‘Aterriza como puedas’ (1980), que se convirtió en un clásico de culto y recaudó más de 83 millones de dólares en todo el mundo. Este filme no solo se destacó por su humor físico y absurdo, sino que también fue un trampolín para la carrera de Leslie Nielsen, quien se convirtió en un ícono de la comedia.

La historia de un avión al borde del desastre, plagada de cameos de estrellas de la televisión de años anteriores, fue aclamada tanto por el público como por la crítica. En una entrevista, Abrahams mencionó que al principio enfrentaron resistencia por parte de Paramount, que no estaba segura de la viabilidad de la película: “No entendían el motivo por el que queríamos hacer algo así. Había algo entrañable en esos actores que se ridiculizaban a sí mismos”, recordó.

El éxito de ‘Aterriza como puedas’ abrió las puertas a una serie de secuelas y proyectos cómicos, incluyendo ‘Agárralo como puedas’ (1988) y ‘Top Secret!’ (1984), un magistral homenaje a las películas de espías de la Segunda Guerra Mundial. Abrahams también se aventuró en la parodia de ‘Top Gun’ con ‘Hot Shots!’ (1991), que se estrenó con gran éxito y tuvo una secuela igualmente exitosa.

A lo largo de su carrera, Abrahams no solo se dedicó a la comedia. Personalmente, vivió un profundo desafío familiar cuando su hijo Charlie fue diagnosticado con una forma compleja de epilepsia. Tras probar diversas medicaciones sin mucho resultado, decidieron optar por una dieta cetogénica. La iniciativa tuvo un éxito notable y llevó a Abrahams a crear en 1994 la Charlie Foundation for Ketogenic Therapies, dedicada a ayudar a otros en circunstancias similares. Este esfuerzo fue un testimonio de su dedicación y amor como padre.

Aparte de su prolífica carrera, el legado de Abrahams perdura no solo en sus películas, sino también a través de su libro de memorias ‘Surely You Can’t Be Serious: The True Story of Airplane!’ que publicó junto a sus amigos de toda la vida. Abrahams deja atrás a su esposa Nancy, dos hijos y una hija, además de tres nietos, y su trabajo ha inspirado a innumerables comediantes y cineastas alrededor del mundo. La tristeza de su partida resuena en la comunidad del cine, mientras celebramos su vida y contribuciones al arte de hacer reír.