
Falleció Salvador “Toti” Ciliberto, un ícono del humor argentino y de VideoMatch
2025-04-01
Autor: Carmen
El reconocido humorista Salvador “Toti” Ciliberto ha fallecido a los 63 años debido a una hemorragia interna y un paro cardíaco. La triste noticia fue confirmada por su amigo y compañero de trabajo, Larry de Clay, quien compartió con él innumerables risas y momentos memorables desde la época dorada de VideoMatch. Larry expresó su dolor, diciendo: “Estoy destrozado”, y relató que estuvo junto a su gran amigo hasta el final.
Ciliberto se encontraba en el hospital Thompson de San Martín, donde iba a ser trasladado para estudios más complejos cuando ocurrió su deceso. Según Larry, hace 3 o 4 meses había comenzado a sufrir problemas intestinales que requerían hospitalización, aunque parecía recuperarse, la madrugada del día fatal sufrió el paro.
El fallecimiento de Toti Ciliberto representa una gran pérdida para la televisión argentina. Durante los años 90, se convirtió en un símbolo del humor popular, presente en las pantallas de millones de argentinos. Era parte de una generación que aprendió, quizás desde el dolor, que la risa a veces oculta sufrimientos más profundos.
En su punto más alto de popularidad, Toti deslumbró al público con su talento único y su carisma. Cuando Marcelo Tinelli lo convocó para VideoMatch en 1992, su vida cambió drásticamente. Desde sus inicios como profesor de educación física y sus actuaciones en el Parakultural, llegaba a un nuevo mundo donde su humor resonaba masivamente.
Uno de sus muchos logros fue conducir su propio programa, “Adivina adivinador”, donde se mostraba en una divertida caracterización de Riquelme. También actuó en varias películas, incluyendo “Vivir intentando” y “Brigada explosiva: misión pirata”, consolidando su carrera en diversos campos del entretenimiento.
Sin embargo, a pesar de su éxito, Toti luchó durante años con problemas personales, incluyendo una fuerte adicción. En entrevistas, se mostró sincero sobre sus batallas internas, revelando que la cocaína formó parte de su vida antes de alcanzar la fama, pero que el estrés del éxito exacerbó su dependencia. “Uno se engaña”, comentó, y reflexionó sobre cómo la droga que creía lo mantenía activo lo estaba consumiendo lentamente.
Gracias a su familia, especialmente el apoyo de sus hijos y su exesposa, Toti encontró en su espiritualidad una vía de escape y renovación. En espacios religiosos, compartió su historia de superación y sanación, concediendo a sus seguidores un mensaje de esperanza y redención.
En los últimos años, Toti retornó a la televisión con el programa “La peluquería de don Mateo” y comenzó a involucrarse en el teatro comunitario, donde ofrecía clases de actuación en Tigre, enfocándose no solo en la interpretación, sino también en el bienestar emocional de sus alumnos. Además, formó una banda llamada Toti y los Cilibertos, ofreciendo presentaciones que combinaban rock, humor y su testimonio personal.
La vida de Toti Ciliberto no fue una simple comedia, sino un camino lleno de altibajos y lecciones. En sus últimos años, la fama dejó de ser su prioridad; optó por vivir con paz y simplicidad, enfocándose en lo que realmente importaba. Su familia y amigos lo recuerdan como un hombre transformado y sereno, agradecidos por los recuerdos que dejó en sus corazones. Su legado y su humor permanecerán en la memoria de un país que lo acogió durante tanto tiempo en sus hogares.
Con su partida, el mundo del entretenimiento argentino pierde a un gigante, pero queda el testimonio de su vida y su capacidad de reír y hacer reír, incluso en los momentos más oscuros. Falleció un comediante, pero su historia de vida inspirará a muchos.