Desde hace casi diez años, los costaleros de la Esperanza de Triana han estado sujetos a una norma interna que impide que quienes sobrepasen los 50 años puedan salir debajo de los pasos. Esta normativa, que fue aprobada en 2015 bajo la dirección del entonces hermano mayor Alfonso de Julio-Campuzano, comenzó a regir en la Semana Santa de 2016, y también establece que los costaleros deben retirarse de la cuadrilla al cumplir 25 años cargando bajo las trabajaderas.

La controversia ha estallado recientemente, cuando un grupo de nueve costaleros que ya superan el medio siglo de vida han solicitado a la junta de gobierno de la Hermandad de la Esperanza de Triana una excepción a esta normativa, permitiéndoles realizar su despedida bajo los pasos del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza en 2025. A raíz de esta situación, Fran Rivera ha expresado su descontento: «Los que cumplimos 50 íbamos a despedirnos este año, pero llovió», comenta visiblemente afectado.

Cabe mencionar que esta no es la primera vez que se otorgan excepciones a la norma. Durante la pandemia en 2020 y 2021, se suspendieron los cortejos procesionales, lo que llevó a la Hermandad a permitir que algunos costaleros mayores de 50 años pudieran participar en la Madrugada del Viernes Santo de 2022 para poder despedirse. Sin embargo, la actual junta encabezada por Sergio Sopeña ha decidido no permitirlo en esta ocasión. Rivera, al enterarse de la decisión, ha declarado: «Tengo una sensación de tristeza y una pena que no puedo con ella».

El extorero Fran Rivera, junto con los demás costaleros perjudicados, es consciente de la existencia de esta norma y reconoce que la respetan, pero se siente frustrado al afirmar: «Por mucha norma que haya, esto no es una empresa y debe primar el amor». Los costaleros de la Esperanza lamentan no poder despedirse «siendo costaleros» y recuerdan que no están pidiendo nada que no se haya concedido previamente.

Fran Rivera se cuestiona por qué lo que se permitió en 2022 no es viable para 2025 y destaca la falta de coherencia en las decisiones de la hermandad. Resalta que lo más importante es el amor y la camaradería entre los hermanos y critica que la Hermandad de la Esperanza de Triana no esté demostrando estos valores: «Lo primero es el amor al hermano», recalca, evidenciando su desconcierto ante lo que está ocurriendo dentro de la corporación de la calle Pureza.