Mundo

FRANCIA: Impactantes recortes e impuestos a los más ricos: El nuevo Gobierno de Barnier revela sus presupuestos polémicos

2024-10-10

Autor: Laura

Después de salir de una difícil moción de censura, Michel Barnier se lanza a su primer gran desafío político: presentar los presupuestos generales de Francia. Este jueves, el primer ministro francés hizo oficial el proyecto de ley de finanzas, que ahora pasará a debate en la Asamblea Nacional, donde su partido cuenta con menos apoyo. Se perfila como una prueba decisiva para Barnier en un contexto marcado por un aumento alarmante de la deuda y del déficit público.

“La verdadera espada de Damocles no es la que pesa sobre mi Gobierno, sino la que pesa sobre los franceses: la deuda presupuestaria”, afirmó Barnier en su discurso de política general. Las previsiones iniciales del Gobierno de Élisabeth Borne apuntaban a un déficit del 4,4% del PIB para 2024, pero las últimas estimaciones sugieren un desalentador 6,1%.

A finales de junio, la deuda pública alcanzó la asombrosa cifra de 3,2 billones de euros, un billón más que en 2017, cuando Emmanuel Macron asumió la presidencia. Barnier ha intentado tranquilizar con su plan de ahorro de 60.000 millones de euros, que contempla recortes del gasto público y, sorprendentemente, un aumento de impuestos “específicos y limitados en el tiempo” dirigidos hacia las grandes fortunas y multinacionales.

Los detalles de cómo se distribuirán los 40.000 millones de euros de ahorro en gastos públicos aún son vagos. Sin embargo, se anticipa que una gran parte provendrá de la Seguridad Social, así como de la eliminación de diversos créditos estatales. Entre los sectores más afectados se mencionan Justicia y Ciencia, que se preparan para reducir sus presupuestos.

El regreso de impuestos polémicos

El aspecto más controvertido de la política fiscal del nuevo Gobierno es el aumento del impuesto de sociedades, que ya había sido reducido al 25% por Macron en 2017. Barnier y su equipo planean restaurar este impuesto al 33,5%, una medida que podría generar 8.000 millones de euros adicionales en 2025, y que afectará solo a empresas con beneficios superiores a 1.000 millones de euros.

Además de gravar a las grandes corporaciones, se propone una “contribución excepcional” de los ciudadanos más ricos para reducir el déficit público a menos del 5% en 2025 y al 3% en 2029. Según el ministro de Economía, Antoine Armand, este aumento fiscal solo afectará al 0,3% de los más adinerados, es decir, alrededor de 65.000 hogares.

Las críticas no se han hecho esperar en el ámbito político. Algunos aliados del Gobierno, como Gabriel Attal y Gérald Darmanin, han atacado esta propuesta, argumentando que va en contra de los principios de “estímulo de la oferta” implementados bajo el mandato de Macron. Paradójicamente, Macron había expresado apoyo a la “imposición temporal” a las grandes empresas en un reciente viaje a Berlín.

Alternativas y protestas

Attal propuso un presupuesto alternativo, sugiriendo que el original carece de reformas significativas y está lleno de impuestos. Además, el nuevo plan contempla una congelación de seis meses en la indexación de pensiones, pretendiendo ahorrar 4.000 millones de euros, lo que ha generado descontento dentro del partido de Barnier.

En el ámbito del debate parlamentario, los partidos aliados de la coalición parecen acordar que será necesario invocar el artículo 49.3 de la Constitución para aprobar los presupuestos si las discusiones se complican. Esto significa que el Gobierno podría aprobar el presupuesto sin una votación formal, un escenario que levanta preocupaciones sobre la estabilidad del Gobierno de Barnier.

La izquierda ha intensificado su presión, sugiriendo que las medidas fiscales hacia los privilegiados son insuficientes, incluso pidiendo la creación de un "impuesto sobre la fortuna climática". A pesar de la división interna sobre cómo proceder, algunos miembros del Partido Socialista han expresado su apoyo a las nuevas medidas fiscales.

Extra info

A medida que estos presupuestos avanzan, la tensión política en Francia podría intensificarse. La posibilidad de protestas masivas también se encuentra en el horizonte, dado el contexto de descontento social y manifestaciones que ya han azotado el país en años recientes por motivos económicos. La sociedad francesa observa con cautela la dirección que tomará su nuevo liderazgo y si las medidas que se implementen realmente servirán para aliviar el peso de la deuda que ahora se abalanza sobre todos.