Las acciones de Grifols han experimentado un significativo repunte de más del 3% luego de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abriera un expediente sancionador por irregularidades en la información y los informes de gestión de la compañía.

En vez de castigar a la reconocida empresa de hemoderivados, los inversores han decidido aumentar sus compras, confiando en que el impacto financiero de este escándalo sea mínimo. Grifols ha declarado que el importe de la posible sanción no superará el millón de euros, lo que, según expertos del sector, no afectará de manera material a sus resultados financieros.

“El mercado ha reaccionado positivamente a la sanción propuesta, ya que es inferior a lo anticipado. Para una compañía del tamaño de Grifols, una multa de un millón de euros es insignificante”, comentó Sergio Ávila, analista en IG. Gustavo Martínez, analista de mercados y profesor en la Universidad Francisco Marroquín, concordó, indicando que el impacto económico de esta sanción es marginal.

Los analistas de Banco Sabadell subrayaron que “no hay novedades significativas más allá de las mencionadas por la CNMV”, incluyendo las “explicaciones incompletas” y la “falta de inclusión de operaciones vinculadas” que el regulador había señalado anteriormente.

El impacto en la reputación de Grifols ya estaba mitigado, puesto que, como indicó Martínez, la multa es vista como una forma de cerrar el caso sin más repercusiones. De hecho, también se impuso una sanción a Gotham City Research, lo que implica que sus acusaciones fueron infundadas y que el regulador ha reconocido la desinformación presentada.

Grifols se encuentra en un momento favorable, ya que ha contado con resultados positivos recientemente. La empresa recientemente logró la aprobación de la FDA para expandir su capacidad de producción de inmunoglobulina en Carolina del Norte, lo que se traduce en un aumento significativo en su capacidad operativa.

A pesar de la preocupación potencial sobre su reputación, los expertos coinciden en que los inversores están poniendo su enfoque en las perspectivas futuras de la compañía. A esto se suma el movimiento del capital privado Brookfield, que ha introducido cierto ruido en el mercado. No obstante, según Martínez, esto ya está completamente reflejado en el precio de las acciones.

Técnicamente, las acciones de Grifols han estado oscilando en un rango lateral, a pesar de este reciente aumento. Según Josep Codina, director de análisis de Inversión, la compañía necesita recuperar los 10.5 euros para confirmar un patrón de triángulo rectángulo que podría tener implicaciones alcistas. En el corto plazo, el soporte se sitúa en los 9.16 euros, lo que sugiere que podría continuar rebotando hacia la parte alta del rango. Sin embargo, mientras Grifols siga lidiando con este tipo de noticias, la confianza del inversor permanecerá en un estado limitado.