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Guerra en Líbano: Un futuro destrozado y una paz esquiva

2024-11-26

Autor: Antonio

En tiempos de guerra, el humor se convierte en una víctima silenciosa. Amar Al Sukhn, una cómica de 34 años cuyo nombre significa 'luna', lleva semanas con el corazón pesado. Antes de que la tensión entre Israel y Líbano escalara, ella recorría escuelas en áreas desfavorecidas, buscando arrancar sonrisas a los niños. Sin embargo, todo cambió el 17 de septiembre cuando una serie de explosiones provocadas por Hizbulá dejó un saldo de 2.000 heridos y más de diez muertos. Este día marcó un punto de inflexión en la vida de muchos libaneses.

Al día siguiente, el 18 de septiembre, el ciclo de violencia continuó con otra ola de explosiones de walkie-talkies, que causaron alrededor de 25 muertes adicionales, lo que llevó a Israel a movilizar tropas desde Gaza hacia el norte. Desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre de 2023, el intercambio de fuego entre Hizbulá e Israel no ha cesado, pero las últimas semanas han sido particularmente devastadoras para el pequeño país de los cedros.

Las cifras son escalofriantes: al menos 3.700 vidas han sido segadas por la lluvia de bombardeos aéreos y las incursiones terrestres, mientras que 15.000 personas han resultado heridas. Más de un millón se han visto forzadas a dejar sus hogares en un país que apenas ocupa 250 kilómetros cuadrados y alberga poco más de cinco millones de habitantes. La destrucción ha asolado la periferia de Beirut, y la incertidumbre ha tomado el control de la vida cotidiana.

Amar, quien una vez iluminó con su risa a los más jóvenes, describe la angustiosa transformación de las escuelas donde solía actuar. “Ahora son refugios para miles de desplazados”, dice con tristeza. “Los ataques israelíes son incesantes, y las familias se ven obligadas a huir una, dos y hasta tres veces, en busca de un lugar seguro”. Por si fuera poco, la crisis humanitaria se agrava con el avance del invierno, que amenaza con llegar pronto con temperaturas heladas, complicando aún más la situación de los desplazados. En medio de este caos, la esperanza parece alejarse día a día, dejando a la comunidad con una pregunta crucial: ¿cuál será el futuro de Líbano?