El pasado viernes 4 de abril, el Centro Comercial Vialia en Salamanca se convirtió en el escenario de un dramático suceso que sembró el pánico entre los visitantes. Un agente de la Policía Nacional, que se encontraba fuera de servicio y acompañado por su familia, se convirtió en el salvador de la jornada al detener a un joven armado con una navaja de gran tamaño tras una pelea que dejó a muchos en estado de alarma.

Los eventos se desarrollaron alrededor de las 19:00 horas, cuando el agente escuchó gritos aterradores que decían: «Te voy a matar, te voy a matar». Al voltear, se encontró con un joven que blandía un cuchillo de unos 40 centímetros, generando un ambiente de caos en el concurrido centro comercial.

El valiente policía se identificó y pidió al joven que arrojara su arma, pero en lugar de rendirse, el atacante le amenazó: «No te acerques, quema el cuchillo o te mato». Las palabras del joven hicieron que las personas presentes, incluyendo familias con niños y ancianos, entraran en pánico y corrieran en busca de refugio, incluso algunos se vieron obligados a refugiarse en las vías del tren para escapar de la situación.

Sin embargo, el agente, con la ayuda de un vigilante de seguridad, logró reducir al joven después de un intenso forcejeo. La intervención oportuna evitó que el incidente escalara a un desenlace trágico. A la llegada de los refuerzos de la Policía Nacional, el joven fue identificado y detenido, enfrentando cargos por atentado contra la autoridad y tenencia ilícita de armas.

Se ha conocido que el agente, aunque sufrió algunas lesiones durante la confrontación, logró evitar que salieran heridos inocentes en un escenario que pudo haber sido devastador. Este acto heroico no solo resalta la valentía del agente, sino que también pone de relieve la importancia de la formación y la preparación de las fuerzas de seguridad en situaciones de crisis. La comunidad de Salamanca celebra hoy a su 'ángel de la guarda', quien, sin dudarlo, actuó en defensa de la seguridad de todos.