Redeia (REE) se ha convertido en el valor más golpeado del IBEX 35 en un día marcado por la caída del sector energético, tras las alarmantes noticias que sugieren que el Gobierno podría 'perpetuar' el impuesto sobre las energéticas. Este caos ha llevado a una caída dramática en las acciones de la compañía, que tiene un 20% de participación estatal, las cuales se desploman un 4,97% a media tarde, situándose en 16,46 euros por acción.

Según el diario Expansión, el Gobierno está evaluando implementar la permanencia de este impuesto tanto para las empresas energéticas como para los bancos. Esta medida se inscribe dentro de un plan que podría elevar los impuestos hasta en 60.000 millones de euros, lo que ha generado un gran temor en el mercado.

Aunque el Ejecutivo aún busca los apoyos necesarios para llevar a cabo estas medidas, la mera especulación ha tenido un efecto devastador en el sector energético. Compañías como Acciona han visto una caída del 3,55%, mientras que Endesa se ha dejado un 3,07% y Enagas un 2,42%. Iberdrola se mantiene un poco más estable con un leve retroceso del 1,42%, y Naturgy (Gas Natural) baja un 1,61%.

Redeia y su futuro incierto: análisis técnico y oportunidades

Con la caída de hoy, Redeia se aleja notablemente de los máximos intradiarios de 17,70 euros alcanzados el 30 de septiembre, representando un descenso del 6,8%. Pese a esta situación desafiante, el valor ha subido un 14,8% desde sus mínimos de 14,36 euros registrados el 9 de febrero, lo que genera un atisbo de esperanza en medio de la tormenta.

Los analistas de Reuters continúan mostrando su confianza en Redeia, sugiriendo una recomendación de 'comprar' con un precio objetivo de 18,57 euros, que se encuentra un 12,8% por encima de los niveles actuales de la acción.

Desde el análisis técnico, se identifica un soporte a largo plazo en 14,84 euros y una resistencia en los máximos anuales de 17,70 euros. Este panorama, junto con la incertidumbre en torno a las regulaciones fiscales, ofrece tanto retos como oportunidades para los inversores que buscan involucrarse en el sector energético. ¿Sabrán aprovechar la oportunidad o se quedarán atrás ante el caos fiscal? ¡El tiempo lo dirá!