El Grupo Celsa ha cerrado una transacción clave en su estrategia de reestructuración. Este jueves, Celsa anunció la venta de sus filiales en Reino Unido y Noruega a Sev.en Global Investments, una firma de inversión de un influyente magnate checo, Pavel Tykač. Se estima que este acuerdo se ha concretado por aproximadamente 600 millones de euros.

Aunque Celsa aspiraba a obtener cerca de 1.000 millones de euros con la venta de todas sus operaciones internacionales, la compañía ha decidido retener su filial en Polonia, considerada crucial para su futuro. Los ingresos derivados de esta transacción se destinarán a reducir significativamente la deuda acumulada del grupo y a avanzar en un plan de reorganización que impulsa la nueva administración.

Sev.en Global Investments, dirigida por Tykač, se enfoca en la creación de valor en diversos sectores, especialmente en generación de energía y extracción de recursos naturales, y tiene un amplio espectro de inversiones en Europa, Australia, Norteamérica y Asia. Tykač, quien se ha convertido en el cuarto hombre más rico de Chequia, ha construido su fortuna a partir de inicios en el sector tecnológico y la energía, siendo una figura prominente en el ámbito empresarial europeo.

Para llevar a cabo esta operación, Citigroup ha actuado como asesor financiero exclusivo, mientras que Linklaters ha proporcionado asesoría legal a Celsa. Esta venta es parte de los esfuerzos de los nuevos propietarios, que adquirieron la empresa tras un proceso judicial y han puesto en marcha un plan de reestructuración después de que el juez aprobara el canje de parte de la deuda por capital de la compañía.

Actualmente, Celsa no cuenta con un nuevo plan estratégico, que está en manos de Bain & Company. Sin embargo, los nuevos directivos, encabezados por Rafael Villaseca como presidente y Jordi Cazorla como CEO, están diligentemente trabajando para remediar un agujero patrimonial de 1.339 millones de euros. Esto incluye acciones legales contra el anterior administrador, Francesc Rubiralta, buscando responsabilidad por la situación financiera de la empresa.

Esta significativa desinversión no solo marca un nuevo capítulo para Celsa, sino que también representa un paso audaz hacia la estabilidad financiera, en un momento en que el sector del acero enfrenta desafíos globales. Estaremos atentos a los próximos movimientos estratégicos de Celsa bajo su nueva dirección.