Recientemente, se reveló que Zara, la emblemática marca del grupo Inditex, tenía grandes planes para establecerse en una de las esquinas más codiciadas de Pontevedra, donde confluyen las calles Michelena y Gutiérrez Mellado, en pleno corazón comercial de la ciudad gallega.

Los planes incluían ocupar completamente el edificio en la esquina, así como un solar contiguo que antes servía como acceso a las populares Galerías Oliva, donde pequeñas tiendas han prosperado. Sin embargo, el cierre de este antiguo acceso ha llevado a una paralización inesperada del traslado.

Esta paralización no solo ha afectado a Zara, sino que ha tenido repercusiones significativas en la actividad comercial de la zona. Inicialmente, la noticia del traslado generó un aumento en el interés por los locales comerciales, pero ese entusiasmo se ha desvanecido. Según se reporta, los propietarios de la Inmobiliaria Bolboreta indicaron que ha habido una disminución notable en los inquilinos interesados. "La gente pregunta qué pasa con lo de Zara, pero se interesan menos por los locales", señalaron.

No obstante, los comerciantes de las Galerías Oliva están preocupados por la situación. Ellos solo desean que se restablezca el acceso que existía desde 1963, ya que esto es fundamental para su sostenibilidad económica. "Lo que no entiendo es por qué no se sientan a negociar con los dueños. Buscar una solución sería beneficioso para todos", agregó un comerciante. Mientras tanto, la incertidumbre se mantiene en la zona, y muchos temen que esta situación judicial se prolongue, lo cual podría tener consecuencias aún más graves para el comercio local.

Además, algunos expertos indican que la llegada de Zara podría haber revitalizado la zona y atraído a más visitantes, lo que contribuiría al crecimiento del comercio en Pontevedra. La impredictibilidad de este asunto está generando un ambiente de tensión entre comerciantes y propietarios, dejando a todos esperando una solución que parece lejana.