La NASA ha descubierto una misteriosa estructura circular de 450 kilómetros en una remota parte del océano Pacífico, conocida como el 'anillo'. Esta formación ha capturado la atención de la comunidad científica debido a su simetría casi perfecta y a su inusual ubicación, a miles de kilómetros al suroeste de Hawái.

La imagen fue captada por el espectrorradiómetro MODIS a bordo del satélite Terra, y muestra un fenómeno atmosférico conocido como célula convectiva cerrada. Este patrón se genera cuando el aire caliente asciende en el centro, mientras que el aire frío desciende por los bordes, creando así una forma que parece casi mágica desde el espacio.

A diferencia de otros fenómenos similares que tienden a agruparse, este anillo se ha formado de manera aislada, lo cual es muy poco común. Según expertos del Earth Observatory de la NASA, la génesis de esta peculiar estructura podría ser el resultado de una masa de aire cálido que se originó en una pequeña isla o en aguas calentadas por el sol. Esta masa ascendente ha dado lugar a nubes cúmulo y ligeras precipitaciones, enfriando la atmósfera inferior y causando un movimiento de aire refrescado hacia los bordes del anillo.

Este comportamiento tan singular se relaciona con la Zona de Convergencia Intertropical, un área cerca del ecuador famoso por sus intensas tormentas y lluvia. Esto sugiere que condiciones ideales pudieron haber favorecido la creación de esta enigmática estructura en el océano.

Además, la imagen muestra un brillo metálico en la superficie del mar, causado por un fenómeno óptico conocido como sunglint, que ocurre cuando la luz solar se refleja directamente en el océano. Este aspecto brillante añade un toque de misterio al ya fascinante descubrimiento.

Desde el primer avistamiento de células convectivas en 1961 por el satélite TIROS-1, estas estructuras han sido objeto de numerosos estudios. Sin embargo, la aparición de un anillo tan bien definido y aislado como este promete nuevas investigaciones y quizás nuevas teorías sobre la dinámica atmosférica. Los secretos que aún guarda el océano Pacífico podrían ser más profundos de lo que imaginamos.