Hezbolá lanzó un ataque masivo el domingo (06.10.2024) contra una base militar israelí en las cercanías de Haifa, la principal ciudad del norte de Israel. Este fue el tercer asalto del día, siguiendo dos previos donde utilizó drones explosivos contra otra instalación militar en la región.

El grupo libanés, respaldado por Irán, declaró en un comunicado que disparó un grupo de cohetes Fadi 1 hacia la base de Carmel, situada al sur de Haifa. Este ataque fue dedicado a su líder Hasán Nasralá, quien fue asesinado a finales de septiembre de 2024 en un bombardeo israelí en el sur de Beirut.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el uso de un "enjambre de drones" en el ataque, que dejó un saldo de seis heridos. En un video publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), las FDI mostraron los daños instigados por este último ataque.

Los ataques se producen en un momento crítico, justo antes del aniversario del devastador ataque terrorista de Hamás en octubre de 2023, que propició una férrea respuesta militar israelí en Gaza, resultando en más de 40,000 muertos y 97,000 heridos.

Desde que este conflicto se expandió hacia el Líbano, más de 2,000 vidas se han perdido en diversas operaciones militares y cerca de 1.2 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a los bombardeos israelíes.

La ONU Declara Críticas sobre Operaciones Israelíes

La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) advirtió que las operaciones militares de Israel cerca de sus posiciones son "extremadamente peligrosas" y amenazan la seguridad de las tropas de paz de la ONU. En su comunicado, la UNIFIL mostró una profunda preocupación por las actividades del Ejército israelí cerca de su posición 6-52, ubicada al sureste de Marun al Ras.

La UNIFIL recalcó que es inaceptable poner en peligro la seguridad de su personal y los activos de la ONU, instando a todos los actores a asegurar la protección de las fuerzas de mantenimiento de la paz. A pesar de la solicitud del Ejército israelí de trasladar algunas de sus posiciones, la UNIFIL determinó mantenerlas y solicitó tanto a Líbano como a Israel que cumplan con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que fue aprobada al final de la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, y que estipula que solo el Ejército libanés y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU deben operar en el sur del Líbano.

La situación sigue siendo tensa en la región, y a pesar de la resolución, Hezbolá ha mantenido su presencia en el sur del Líbano durante años, incluso con la presencia de aproximadamente 10,000 cascos azules de la ONU en la misma área. ¿Hasta dónde llegarán estos ataques? ¿Podría esto ser el comienzo de un conflicto más amplio? La comunidad internacional observa con creciente preocupación.

Las últimas noticias solo destacan la escalada de la violencia en una región que parece estar al borde de un colapso total. ¡Mantente atento para más actualizaciones en este conflicto en desarrollo!