Un heroico alumno de la Escuela Nacional de Policía se convirtió en el salvador de una joven de 18 años que vagaba perdida por un túnel del Metro de Madrid, lo que provocó la detención temporal de los trenes en la línea. El incidente tuvo lugar el pasado viernes y ha sido reportado por Efe.

Pablo, de 23 años y originario de Sevilla, se encontraba en el Metro con destino al barrio de Salamanca para visitar a una amiga, cuando de repente el tren se detuvo. "El tren se detuvo inesperadamente y nos comunicaron a través del altavoz que debíamos esperar. En ese momento me preocupé y decidí ir a la cabina del maquinista para averiguar la razón de la detención", relató el joven, que había estado de permiso en Madrid tras participar en labores de apoyo durante el evento de la DANA en Valencia.

Fue entonces cuando notó una figura en el andén. "Desde el extremo del andén vi a una joven que venía de la profundidad del túnel caminando sobre las vías. Llevaba un chándal blanco y una marca negra en la cara. Inicialmente pensé que era alguien del equipo de mantenimiento, pero el maquinista me confirmó que eso no era normal. Ahí supe que debía actuar", describió Pablo.

El estudiante de Policía trató de comunicarse con ella desde el andén, pero la joven no respondía. "Me identifiqué como policía y le pedí que saliera de las vías, pero ella no podía articular palabra", comentó. Al notar que la chica se alejaba, y a pesar de no tener certeza de la seguridad en las vías, Pablo decidió descender para ayudarla. "No sabía si los trenes seguían pasando por el otro lado, pero estaba claro que no podía dejarla seguir caminando", subrayó.

Una vez en la vía, Pablo se volvió a identificar y reiteró su intención de ayudar. "Finalmente, logré sujetarla y la llevé de vuelta al andén", explicó. En ese momento, recibió asistencia por parte de personal de seguridad privada, quienes también ayudaron a la joven a subir.

Ya fuera de peligro, Pablo tomó la iniciativa de tranquilizar a la joven y recopiló información sobre su situación. "Le pedí a mis compañeros que me dejaran un momento a solas con ella. Quería comprobar si era española, si había sufrido algún tipo de violencia o si llevaba días desaparecida. Poco a poco, con la información que obtuvimos, confirmamos que no estaba desaparecida, simplemente estaba desorientada y asustada", detalló.

Este acto valiente resalta la importancia de la formación que los estudiantes reciben en la Escuela Nacional de Policía, enfatizando que su preparación incluye intervenciones en situaciones complejas. Pablo declaró que, aunque no era la primera vez que se enfrentaba a una situación de riesgo, este incidente le reafirma en su vocación por servir y proteger. "Nos entrenan para intervenir con rapidez, mostrando casos donde cada segundo cuenta. Tenía claro que debía hacer algo, y sabía que podía apoyarme en la formación que he recibido", concluyó. Sin duda, un ejemplo a seguir para todos!