Imagina estar a punto de emprender un viaje y encontrarte con un giro inesperado. Eso le ocurrió a Sabine M. y su esposo cuando intentaban volar de Palma a Nuremberg con Ryanair. Este incidente, que parece sacado de una película, ha dejado a la pareja con mucho que contar.

Una Espera Tensa y Conflictos Sorprendentes

El 5 de marzo, la pareja llegó al aeropuerto con más de 90 minutos de anticipación. Sin embargo, esto no les salvó de una serie de acalorados debates en torno al equipaje de mano. La tripulación de Ryanair, conocida por su estricto control de las medidas del equipaje, se enfrascó en disputas con otros pasajeros, causando un ambiente tenso entre quienes esperaban.

Cerrado Por Dentro: Un Vuelo que No Esperaba a Nadie

Cuando finalmente intentaron abordar, se les informó que el vuelo ya estaba cerrado. "No podíamos creerlo, especialmente porque el compañero de otra pasajera ya estaba a bordo", declaró Sabine, claramente frustrada. La situación se tornó aún más confusa cuando intentaron obtener aclaraciones del personal, quienes, lejos de ser serviciales, fueron descritos como "absolutamente antipáticos".

¿Una Estrategia de Sobreventa?

A medida que las solicitudes educadas fueron ignoradas, la pareja se dio cuenta de que estaban ante un problema mayor. Sabine sospecha que el vuelo estaba sobrevendido y que el personal intentaba evitar ofrecer compensaciones. Intentaron cambiar sus boletos, pero eso sólo les habría costado más dinero.

Una Pérdida Económica y Sin Respuestas

Desesperados, Sabine y su esposo tuvieron que reservar nuevos vuelos para el día siguiente, lo que les costó no solo dinero, sino también un día adicional de vacaciones y pérdida de ingresos, sumando un total de 380 euros. Más allá de lo económico, lo que más les molestó fue la actitud del personal que, a pesar de sus esfuerzos, se negaron a proporcionar ayuda o siquiera sus nombres.

Una Queja Ignorada y la Espera Continúa

Poco después del incidente, Sabine se puso en contacto con Ryanair para presentar una queja formal. Sin embargo, hasta la fecha, sigue a la espera de una respuesta. Un chat en línea le indicó que el caso aún estaba "abierto", pero no ofreció soluciones. La falta de comunicación ha dejado a la pareja frente a una situación sin resolver.

Este episodio resalta no solo la importancia de un buen servicio al cliente, sino también la necesidad de actualización en las políticas de embarque de las aerolíneas. ¿Es posible que Ryanair haya cruzado la línea en esta ocasión? La pregunta queda en el aire mientras los pasajeros continúan esperando respuestas.