Los riñones, órganos esenciales en nuestro cuerpo, tienen una forma de judía y son responsables de la eliminación de desechos. En los humanos, se encuentran en la parte posterior del abdomen, justo debajo de las costillas. Aunque suelen ser menos conocidos, su salud es vital para el funcionamiento del organismo. Según los expertos, como el Dr. Urbano Anido Herranz y la Dra. Aranzazu González, el riñón derecho se sitúa un poco más bajo que el izquierdo debido a la presencia del hígado.

Recientes descubrimientos han revolucionado la comprensión y tratamiento del cáncer de riñón. Según un metaanálisis de 89 estudios realizado por William Kim y Tracy Rose del UNC Lineberger Comprehensive Cancer Center, ahora hay esperanzas renovadas para los pacientes gracias a la investigación basada en el descubrimiento del Premio Nobel de Medicina de 2019. Este relevante descubrimiento se centró en cómo las células de los mamíferos detectan el oxígeno, implicando el gen supresor de tumores de von Hippel-Lindau, que está mutado en cerca del 90 % de los cánceres renales.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer proyecta que solo este año serán diagnosticadas más de 81,500 personas en Estados Unidos, con 14,300 muertes relacionadas. A pesar de que la incidencia del cáncer de riñón ha estado aumentando anualmente, las tasas de mortalidad han mostrado una disminución, gracias a tratamientos más efectivos y diagnóstico en etapas tempranas.

En España, este tipo de cáncer representa entre el 2 % y el 3 % de todos los tumores malignos en adultos, siendo dos veces más común en hombres que en mujeres. La mayoría de los diagnósticos ocurre entre los 50 y 70 años, pero se han visto casos en personas más jóvenes.

Lo positivo de esta situación es que muchos cánceres son detectados antes de que aparezcan síntomas. La investigación ha demostrado que el uso de tecnologías de imagen para evaluaciones rutinarias ha permitido identificar el cáncer en etapas más tratables.

Es fundamental tener en cuenta que fumar y la obesidad son factores de riesgo significativos, contribuyendo a casi la mitad de los casos en Estados Unidos. Otros riesgos incluyen la hipertensión, antecedentes familiares de la enfermedad y la exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo.

Los tratamientos disponibles incluyen cirugía para extirpar tumores, métodos de ablación y vigilancia activa. Para los casos con metástasis, los nuevos enfoques terapéuticos como la inmunoterapia y los inhibidores de la tirosina quinasa han mostrado resultados prometedores.

La Dra. Tracy Rose destaca que el cáncer de riñón avanzado puede ser muy tratable gracias a estas innovaciones, que han impactado positivamente a muchos pacientes en las últimas dos décadas. Así, el camino hacia la eliminación del cáncer de riñón parece estar más cerca que nunca.