Israel continúa su ofensiva en Gaza, advirtiendo al líder de Hamas, Yahia Sinwar, que su destino es incierto. A través de panfletos lanzados sobre la Franja, el ejército israelí ha lanzado una advertencia contundente: "Ningún túnel es demasiado profundo, pregúntale a Nasralá", en referencia a Hasan Nasralá, líder de Hezbolá, quien fue asesinado en un reciente bombardeo en Beirut.

Las hostilidades en Gaza no cesan, ya que las autoridades locales reportan que más de 42,000 personas han muerto, en su mayoría civiles, en el contexto del conflicto. Los enfrentamientos continúan en el norte de Gaza, donde las tropas israelíes están llevando a cabo una nueva ofensiva en el campo de refugiados de Yabalia. Los bombardeos son cada vez más frecuentes, y se han emitido órdenes de evacuación para los residentes, con el ejército instando a la población a dirigirse al sur del territorio.

Mientras tanto, el Cairo se convierte en el escenario de negociaciones entre las principales facciones palestinas, Hamas y Fatah, en un intento de encontrar una posición común frente a la guerra. Las tensiones también han aumentado en Cisjordania, donde se han desplegado vehículos blindados israelíes, una acción poco común desde 2005.

En el campo de refugiados de Yabalia, la situación es crítica. Informes indican que se ha incrementado la violencia, y el ejército ha comenzado a atacar a quienes intentan salir de la zona, impidiendo el rescate de heridos. Un periodista de Al Jazeera resultó herido gravemente en un ataque, mostrando la peligrosa realidad que enfrentan tanto civiles como reporteros en el área.

Un grupo de aproximadamente 130 soldados israelíes ha enviado una carta al primer ministro Benjamín Netanyahu, expresando su negativa a seguir luchando en Gaza, argumentando que esto conlleva un riesgo inaceptable para los rehenes que aún están en manos de Hamas. Esta declaración es notable y refleja el creciente descontento entre las tropas.

Al mismo tiempo, los hospitales en Gaza, como el Kamal Adwan, han recibido advertencias de evacuarse en un plazo de 24 horas, una situación que afecta a miles de pacientes críticos. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras han alertado sobre el estado de emergencia en el que se encuentran muchos hospitales debido a estos ataques incesantes y a la falta de suministros médicos.

La ONU critica los desplazamientos forzados que afectan a alrededor de 400,000 personas atrapadas en el norte de Gaza y advierte sobre la situación inhumana a la que se enfrentan los residentes, quienes se ven obligados a dejar atrás sus hogares sin saber a dónde ir. Las zonas que deberían ser refugios están saturadas y no son adecuadas para recibir a más población desplazada.

Con los combates en aumento en ambas regiones, Gaza y Líbano están viviendo una nueva fase del conflicto que ya ha dejado una estela de destrucción. La comunidad internacional observa con ansiedad mientras las hostilidades se extienden, y muchos se preguntan: ¿qué depara el futuro para Gaza y sus habitantes? ¡La inestabilidad a la vista podría traer más sorpresas! El tiempo corre, y las decisiones que se tomen ahora podrían cambiar el rumbo de todo Oriente Medio.