
José Fernando revela la desgarradora historia detrás de la muerte de su madre, Rocío Jurado, y la promesa que no pudo cumplir
2025-04-01
Autor: Carmen
La muerte de Rocío Jurado el 1 de junio de 2006 marcó un hito no solo en la música española, sino en la vida de su familia, que perdió a su principal pilar. Rocío fue más que una estrella; era el alma y el corazón de los Mohedano, uniendo a su familia con amor y pasión. Casi veinte años después de que el país entero llorara su pérdida, su hijo, José Fernando Ortega, ha decidido compartir cómo vivió esos momentos tan difíciles.
La vida de José Fernando y su hermana Gloria Camila cambió radicalmente en 1999, cuando fueron adoptados en Colombia por Rocío Jurado y José Ortega Cano. Su llegada a España fue un momento inolvidable, en el que la cantante proclamó que era "el día más feliz de su vida" durante su primer encuentro como familia. La emoción fue palpable, y las entrañables palabras de Rocío perduran en la memoria familiar. Una de las anécdotas más tiernas que recordaba era cuando le preguntó a su hijo pequeño si creía que eran una familia, a lo que él respondió con una inocente y conmovedora pregunta: "Mami, ¿verdad que somos una familia?".
José Fernando comparte que su madre era una figura maternal entregada, que lo acompañaba cada noche para darle las buenas noches con una canción. Estos momentos de conexión, en los que cantaban juntos y hacían los deberes, son recuerdos que atesora con cariño. Además, Rocío le dejó un consejo que nunca olvidará: "sonríe más".
Tristemente, José Fernando se enteró de la muerte de Rocío a través de la televisión, un momento que lo marcó profundamente. La noticia, confirmada por su tío Amador Mohedano, se propagó rápidamente y dejó una huella imborrable en los medios de comunicación, que habían seguido de cerca el deterioro de su madre tras su diagnóstico de cáncer de páncreas en septiembre de 2004.
Poco antes de su partida, Rocío hizo una promesa a José Fernando, asegurándole que pronto celebrarán su cumpleaños juntos. Ella le dijo que no se preocupara porque se recuperaría. Sin embargo, el 17 de junio, José Fernando apagó las velas de su cumpleaños en un momento de profunda tristeza, sosteniendo el amor y los recuerdos de su madre. A pesar de su ausencia, Rocío siempre estará presente en su corazón, simbolizando el amor incondicional que compartieron. Con sus palabras y promesas, Rocío Jurado sigue viva en la memoria de su hijo y su legado perdura en cada rincón de su vida.