Karlos Arguiñano, el nombre que resuena en las cocinas de millones de hogares españoles, ha vendido la impresionante cifra de un millón trescientos mil ejemplares de sus recetas. Este famoso chef ha logrado convertir un sencillo ingrediente, el perejil, en un elemento indispensable en la gastronomía de muchos. Originalmente regalado en pescaderías, hoy es un símbolo del arte culinario que Arguiñano ha sabido promover.

Con la reciente publicación de su último libro, la edición número 11 titulada '545 recetas para triunfar, fáciles de hacer y ricas de comer', que incluye contribuciones de su hermana Eva y su hijo Joseba, se prevé que esta cifra siga aumentando. Con 545 recetas, suficientes para no repetir en un año y medio, este libro aspira a posicionarse nuevamente entre los más vendidos en no ficción.

Arguiñano, a sus 76 años, disfruta de la cocina cotidiana, alejándose del bullicio de los restaurantes donde solía preparar menús para 300 personas. Su enfoque actual es mucho más cercano, cocinando como lo haría una abuela para cuatro comensales. Esta conexión emocional con la cocina se refleja en cada plato que presenta, y, como él dice, las recetas siempre salen bien, un mantra que sus seguidores aprecian.

Desde la llegada de la pandemia, su audiencia ha crecido, atrayendo a nuevos “devotos”, incluidos jóvenes a quienes les aconseja invertir al menos una hora al día en cocinar, algo que contrasta con el tiempo que pasan en el gimnasio. Arguiñano, conocido por su carácter afable y su deseo de compartir su pasión por la cocina, siempre ha estado dispuesto a ayudar a aquellos que se sienten menos cómodos en la cocina.

Recordemos que en los años 80, colaboró con una periodista en su programa radiofónico 'Kilimanjares', un momento que marcó el inicio de su carrera mediática. Hoy, seguimos riéndonos con sus chistes y disfrutando de sus canciones, mientras nos enseña a ver la cocina no solo como una necesidad, sino como un ritual lleno de alegría. Sin duda, Karlos Arguiñano ha transformado el arte de cocinar en la mejor forma de disfrutar de la vida.