Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, ha vivido una semana intensa durante el parón de selecciones, adentrándose en un viaje que abarcó tres países en busca de nuevas oportunidades para el club. A pesar de que el club ha dicho que su viaje se debe a "motivos de carácter privado", se ha dejado entrever que esto podría abrir puertas para futuros acuerdos que beneficien a la institución.

Primer destino: Mongolia

El primer destino del presidente fue Mongolia, donde se reunió con figuras de alto nivel, entre ellas la ministra de Cultura, Nomin Chinba. Durante su visita a Ulán Bator, Laporta discutió la creación de una BarçAcademy en el país, una oportunidad que podría promover tanto el talento local como la marca del Barcelona a nivel internacional. La ministra Chinba compartió su entusiasmo en Instagram, destacando la importancia de esta reunión para el desarrollo del deporte en Mongolia.

Además, Laporta tuvo un encuentro con la marca de ropa Gobi, reconocida por sus diseños exclusivos de cachemir. Acompañado de su socio y un chófer del club, el presidente asistió a un desfile que mostró la nueva colección, y se habló sobre un nuevo acuerdo de merchandising que permitirá a los aficionados comprar ropa de cachemir con el logo del FC Barcelona. Esta colaboración no solo fortalece la marca del club, sino que también proporciona una plataforma para promover el diseño y la moda mongoles.

Segunda parada: Azerbaiyán

La segunda parada del viaje fue Azerbaiyán, donde Laporta estuvo acompañado por varios miembros clave de la directiva del Barça, incluyendo a Joan Soler y Xavi Puig. En el aeropuerto Internacional Heydar Aliyev de Bakú, fueron recibidos por el viceministro de Juventud y Deportes, Farthad Hajiyev. En Azerbaiyán, Laporta participó en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, subrayando el compromiso del club con causas globales. También se reunió con el empresario Adnan Ahmadzada, un encuentro que reafirma la relación entre el Barça y el sector empresarial de Azerbaiyán.

Conclusión

Finalmente, resulta fascinante observar cómo estas visitas no solo buscan oportunidades deportivas, sino que también sientan las bases para colaboraciones futuras que podrían beneficiar a Barcelona tanto en el plano comercial como en su expansión internacional. La estrategia de Laporta podría abrir una nueva era para el club, impulsando su presencia en mercados donde la cultura del fútbol está en crecimiento.