Richard Chamberlain, conocido por su icónico papel como el Dr. James Kildare, falleció el pasado 29 de marzo a los 91 años en su hogar en Hawái. Aunque su carrera despegó en la década de 1960 y se convirtió en un símbolo sexual en la televisión, Chamberlain vivió gran parte de su vida con el temor de que su homosexualidad arruinaría su carrera. A pesar de su fama, mantuvo su vida personal en un marco de gran discreción.

En sus memorias, "Shattered Love", publicadas en 2003, Chamberlain reflexionó sobre la importancia de vivir la verdad y de experimentar un amor sin ataduras. "Escribí ‘Shattered Love’ como una forma de liberarme", comentó. Fue a los 69 años cuando decidió dar el paso de revelar su orientación sexual, un acto que le sorprendió por la positiva recepción del público. En entrevistas posteriores, como la célebre que concedió a Larry King, compartió la sensación de que los miedos que había tenido no tenían fundamento.

Una de las relaciones más significativas en su vida fue con Martin Rabbett, un actor 20 años menor. Aunque Chamberlain no mencionó abiertamente a su pareja durante sus entrevistas, sí mencionó en una conversación con The New York Times que estaban juntos desde hacía 27 años ofreciendo una mirada a su vida en común e incluso compartiendo la intimidad de sus sueños al construir una casa en Hawái.

La historia de su amor comenzó durante el rodaje de la película "Las minas del rey Salomón" en 1986, donde el destino les uniría. Aunque la pareja se comprometió en una ceremonia no oficial, mantuvieron su relación con discreción, incluso después de haber tomado caminos separados en 2010. Sin embargo, Chamberlain dejó claro que su vínculo seguía siendo fuerte y que se convirtieron en mejores amigos.

La reciente revelación de que Chamberlain y Rabbett habían tomado la decisión de volver a vivir juntos poco antes de su fallecimiento, añade un tinte de esperanza y amor a la historia que ha conmocionado a sus seguidores. En un emotivo comunicado, Rabbett expresó que Chamberlain "está ahora con los ángeles", describiendo un amor eterno que trasciende la vida misma. La frase, "El amor nunca muere", se queda resonando en los corazones de quienes celebraron su legado. Chamberlain no solo fue un pionero en la actuación, sino también un símbolo de amor y valentía en su vida personal.