Las inundaciones no solo arrasan infraestructuras, sino que también dejan un profundo impacto emocional en las comunidades afectadas. En los pueblos ribereños del Xúquer, donde los residentes están acostumbrados al vaivén de las crecidas, ya se han adaptado a muchas medidas preventivas, como estacionar sus coches en zonas elevadas ante la amenaza de lluvias intensas. En Alzira, varios comercios de la calle Gandía han incorporado barreras de protección en sus entradas para mitigar el ingreso de agua durante inundaciones moderadas.

El devastador evento de la dana que golpeó varios municipios de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre ha tenido consecuencias inmediatas, disparando la demanda de barreras antiinundaciones en un asombroso 300%, según Ernesto Martínez Vanaclocha, gerente de la única empresa en España que diseña y fabrica estas soluciones personalizadas desde Carlet.

Con una trayectoria inicial en la producción de componentes para maquinaria, la empresa de Martínez Vanaclocha diversificó su actividad hace tres años, lanzando una línea de negocio dedicada a la fabricación de barreras antiinundaciones. Lo que comenzó como un proyecto secundario ha crecido hasta convertirse en su actividad principal.

"Antes de la dana, montábamos entre tres y cuatro barreras a la semana; ahora estamos desbordados y montamos entre diez y doce por semana", agrega Martínez, resaltando cómo la tragedia ha transformado su modelo de negocio.

La mayoría de los pedidos provienen de localidades que sufrieron daños severos en sus viviendas y garajes, muchos de los cuales han tomado la iniciativa de construir pequeñas barreras para proteger sus propiedades tras el segundo aviso de alerta roja emitido tras la dana. Sin embargo, también han llegado solicitudes de otros municipios que, alarmados por la reciente catástrofe, buscan evitar que la historia se repita.

Martínez explica que cada barrera es elaborada a medida y que su costo depende de la anchura de la puerta y la altura requerida. Algunas barreras pueden alcanzar hasta dos metros, mientras que la más pequeña que ofrecen mide 23 centímetros. "Fabricamos barreras para casas y garajes, así como para empresas. La personalización es esencial porque cada entrada es diferente", comenta.

Su compañía es la única en España que se dedica tanto a la fabricación como a la instalación de estas barreras modulables. Aunque enfrentan competencia directa de fabricantes italianos y británicos, Martínez destaca que ellos no ofrecen servicios de instalación.

Con un equipo de doce personas, la empresa contempla la posibilidad de expandirse, aunque todo dependerá de cómo evolucione la situación en el futuro. La creciente conciencia sobre los efectos del cambio climático también sugiere que la demanda de soluciones antiinundaciones seguirá en aumento, haciendo de esta una inversión cada vez más necesaria para la seguridad de los hogares en España. La lección que deja la dana es clara: ¡la prevención es esencial!