Esta semana se espera que la Eurocámara otorgue su apoyo a la nueva Comisión Europea, liderada por la conservadora alemana Ursula von der Leyen, con Teresa Ribera ocupando el puesto de vicepresidenta y encargada de políticas verdes. Este apoyo es crucial tras varias semanas de incertidumbre y fuertes críticas por parte del Partido Popular (PP) español, que pone en duda su respaldo a la candidata española. A pesar de la fuerte presencia del PP en la Eurocámara, su líder Alberto Núñez Feijóo ha insinuado que no votará a favor de la Comisión, aunque esta cuenta con un récord de comisarios populares en la última década.

Ursula von der Leyen fue reelegida en julio con 401 votos, pero las tensiones recientes sugieren que la votación del miércoles podría ser más ajustada. Para asegurar el apoyo, von der Leyen está en negociaciones no solo con los partidos que la respaldaron anteriormente, sino también buscando apoyo entre la ultraderecha europea, vinculada con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Este cambio ha llevado a un clima de incertidumbre, especialmente entre algunos grupos parlamentarios que ven con recelo la alianza con la extrema derecha.

Las divisiones dentro de los grupos políticos son palpables. El PP se ha mostrado disconforme con el respaldo a Teresa Ribera y ha ido más allá al solicitar la dimisión de la candidata. Al mismo tiempo, el Partido Popular Europeo (PPE) ha enfrentado críticas por sus decisiones que han beneficiado a Ribera en una votación reciente.

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) también ha expresado su descontento por el apoyo del PPE a figure como Raffaele Fitto, designado vicepresidente por von der Leyen. Existe la posibilidad de que se abstengan de votar para no alinearse con fuerzas extremas, como Alternativa para Alemania, que se espera voten en contra.

Los Verdes, que fueron cruciales para la reelección de von der Leyen, también enfrentan divisiones internas, con un sector renuente a colaborar con la ECR. Las negociaciones continúan, y von der Leyen está intentando asegurar que su agenda continúe avanzando sin obstáculos.

Mientras los partidos y sus líderes calculan sus movimientos, el presidente del PPE, Manfred Weber, observa las dinámicas en el hemiciclo, buscando maximizar el poder e influencia que su partido tiene en estas decisiones cruciales. Las elecciones del 2024 están a la vuelta de la esquina, y el clima de incertidumbre político en Europa podría tener repercusiones significativas en las decisiones de política interna y exterior. Con la panorámica tan volátil, todos los ojos estarán puestos en el resultado de esta votación histórica.