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La gestión de Ancelotti en Napoli: ¿una crisis disfrazada de broma?

2024-11-22

Autor: Carmen

El 10 de diciembre de 2019, el Napoli logró una impresionante victoria de 4-0 ante el Genk en el San Paolo, con un hat-trick de Arkadiusz Milik y un gol de Dries Mertens, lo que les permitió clasificar a los octavos de final de la Champions League. Sin embargo, esa victoria sería efímera, ya que horas después el técnico Carlo Ancelotti sería destituido, marcando el final de su aventura en el club partenopeo durante su segunda y última temporada.

Desde su llegada el 23 de mayo de 2018, las expectativas eran altas. Ancelotti asumió el cargo con la esperanza de conseguir el Scudetto que se les había escapado bajo el mando de Maurizio Sarri. Sin embargo, el club no logró superar a la poderosa Juventus en la Serie A y, a pesar de algunos intentos, su rendimiento en la Champions fue decepcionante, quedándose en la fase de grupos.

Los problemas comenzaron a surgir cuando Ancelotti intentó reestructurar el equipo. Según Dario Sarnataro, periodista italiano que sigue de cerca al Napoli, el técnico quería hacer cambios drásticos, incluyendo la posible venta de jugadores veteranos como Mertens e Insigne para dar oportunidad a los más jóvenes. Sin embargo, esta visión no fue bien recibida por la directiva, lo que generó un conflicto de intereses.

El gran desencuentro ocurrió cuando Aurelio De Laurentiis, el presidente del club, decidió concentrar al equipo sin consultar con Ancelotti, lo que dejó al entrenador en una situación incómoda. Durante una rueda de prensa, Ancelotti se mostró sorprendido al enterarse de esta decisión unilateral, lo que evidenció la ruptura en la comunicación entre él y la administración del club. Esta falta de respeto, según varios analistas, marcó un antes y un después en la relación.

Tras una serie de resultados negativos y un ambiente tenso en el vestuario, el Napoli decidió sancionar a los jugadores que incumplieron órdenes, mientras que Ancelotti intentó mediar, buscando siempre un diálogo en lugar de imponer disciplina. Sin embargo, el caos se apoderó del equipo y pronto se hizo evidente que la confianza entre el entrenador y los jugadores estaba en crisis, algo que culminó en la famosa revuelta de los jugadores que abandonaron Castel Volturno después de un entrenamiento, desafiando directamente la autoridad del técnico.

La situación se complicó aún más cuando el Napoli empató con el Genoa y el Milan, junto a un rendimiento cada vez más inconstante en la liga. Los rumores comenzaron a circular sobre el posible reemplazo de Ancelotti y las redes sociales se llenaron de especulaciones sobre su futuro. En una celebración por su cumpleaños, Rino Gattuso, quien sería su sucesor, estuvo presente, lo que avivó aún más los rumores sobre la despedida inminente de Ancelotti.

Finalmente, tras una larga agonía que se sintió como una broma cruel, el club anunció oficialmente su destitución a través de las redes sociales. En medio de murmullos sobre despidos y falta de control, quedó clara una verdad: el Napoli, en su complejidad y en el misticismo que lo rodea, había devorado a un técnico que llegó con la promesa de grandeza. Aunque al final tanto el club como Ancelotti siguieron caminos separados, ambos encontraron éxito: el Napoli ganó el Scudetto en temporadas posteriores mientras que Ancelotti continuó su carrera en otras grandes ligas y competiciones.

Lo que queda es un análisis sobre la necesidad de que el club encuentre un equilibrio entre la experiencia de un gran técnico como Ancelotti y la necesidad de un enfoque más pragmático que se alinee con la identidad y los desafíos de la ciudad de Nápoles. Como bien se dice, 'Nápoles es mil colores, sabores y culturas', pero también es un territorio donde las leyendas y realidades juegan su propio partido.