
La Huida de los Apoyos de Moncloa en Prisa: ¿Qué Significa la Venta de 3,8 Millones de Acciones?
2025-04-01
Autor: María
En un giro sorprendente en el escenario político y empresarial español, los accionistas leales al Gobierno de Sánchez están abandonando rápidamente sus posiciones en Prisa, el conglomerado de comunicación que posee El País. Este movimiento fue desencadenado por las recientes acciones de Joseph Oughourlian, quien ha puesto en jaque la influencia del régimen con sus estrategias audaces.
Recientemente, el empresario Daniel Romero-Abreu, un importante socio de Moncloa y propietario de la consultora internacional Thinking Heads, realizó una drástica venta de más de 3,8 millones de acciones del grupo Prisa. Romero-Abreu, relacionado con la empresa Global Alconaba, que fue constituida por figuras clave como Andrés Varela Entrecanales y Alberto Kanpp, se ha visto obligado a alejarse a medida que la situación política se torna más volátil.
Global Alconaba tenía como objetivo principal adquirir una participación significativa en Prisa, invirtiendo más de 34 millones de euros en el 2022 para hacerse con el 7,07% de la compañía. Sin embargo, el ascenso de Oughourlian, quien ha asegurado que su facción de accionistas sigue siendo la dominante, ha dejado a muchos antiguos aliados en una posición precaria.
La jugada maestra de Oughourlian, aprobando una ampliación de capital de 40 millones y moviendo un paquete de bonos convertibles en acciones, ha diluido significativamente la influencia de los opositores en el consejo de Prisa. De hecho, se ha informado que ahora puede operar sin la necesidad del apoyo de Vivendi para mantenerse en el cargo, lo que pone en grave riesgo la posición del Gobierno ante el control mediático.
Con la próxima Junta General de Accionistas extraordinaria programada para junio, Oughourlian se prepara para afianzar aún más su poder, mientras que el Ejecutivo, desesperado por recuperar el control, contempla una potencial OPA sobre Prisa, que podría dañar aún más la ya frágil situación financiera de la empresa. No obstante, asumir los 800 millones de euros en deuda que Oughourlian acaba de reestructurar podría resultar una carga significativa para el Gobierno.
Este cambio de acciones ha generado volúmenes inusualmente altos en el mercado, lo que indica un clima de incertidumbre y desesperación. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿podrá el Gobierno de Sánchez recuperar el control sobre Prisa, o estamos ante el principio del fin de su influencia en el panorama mediático español?