Salud

La nutricionista Sandra Moñino advierte sobre los peligros del exceso de pan en España: 'Es como si consumieras azúcar'

2025-03-26

Autor: Carmen

El pan es un alimento esencial en la dieta española, pero no todos los tipos ofrecen los mismos beneficios. Sandra Moñino, reconocida nutricionista especializada en salud digestiva, ha sido clara durante su intervención en el podcast 'Tengo un Plan': 'El efecto que tiene el pan en tu cuerpo es comparable al de consumir azúcar'. Esto es especialmente cierto para el pan blanco, hecho de harinas refinadas.

Este tipo de pan se digiere rápidamente, causando picos de glucosa en sangre que obligan al organismo a liberar grandes cantidades de insulina. Con el tiempo, esta reacción puede desencadenar resistencia a la insulina y aumentar significantemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Según Moñino, elegir un pan integral puede marcar la diferencia: 'Si consumes pan integral, no tienes ese problema. Pero el refinado es como si fuera azúcar', afirma.

Los panes integrales, al conservar la fibra y los nutrientes del grano, ralentizan la absorción de glucosa, lo que minimiza su impacto en el metabolismo y fomenta una mejor salud digestiva.

Un tema que Moñino también dice que es preocupante es la calidad del trigo moderno. 'La harina de trigo actual está muy alterada, no es la misma que se utilizaba anteriormente', asegura. La industrialización ha modificado el perfil nutricional del trigo, elevando su contenido de gluten y disminuyendo su valor nutricional.

Además, los métodos de producción rápida y las fermentaciones cortas afectan negativamente la calidad digestiva del pan. 'La típica baguette, que se percibe como deliciosa, tiene fermentaciones tan breves que en realidad no fermenta', enfatiza la especialista.

Otro de los peligros del consumo excesivo de pan es la ingesta elevada de gluten. 'Si tu desayuno consiste en pan, a media mañana comes pan, almuerzas pan, meriendas con pan y cenas también pan, que es muy común, estás sometiéndote a un exceso de gluten', afirma Moñino. Esta sobreexposición puede resultar en hinchazón, fatiga, e incluso inflamación intestinal, particularmente en personas con sensibilidad al gluten no celíaca.

'El gluten es una proteína que puede resultar difícil de digerir', añade Moñino, resaltando la importancia de ser consciente de la cantidad de pan que consumimos.

A fin de evitar estos riesgos, la nutricionista recomienda optar por pan de alta calidad: integral, con fermentaciones prolongadas y elaborado con harinas antiguas o pseudocereales como el trigo sarraceno, la quinoa o el amaranto. Esto no solo ayuda a mantener un equilibrio metabólico saludable, sino que también promueve la recuperación del pan como un alimento nutritivo y auténtico.

A medida que nos alejamos de los ultraprocesados y apostamos por métodos de preparación más tradicionales, el pan puede reintegrarse como parte de una dieta equilibrada que no comprometa nuestra salud. ¡Cuida lo que comes y elige sabiamente tu pan!