La noche del lunes fue testigo de un intenso intercambio de ironías y bromas en la televisión española. En El Hormiguero, Pablo Motos defendió su estilo y contenido, mientras que en La Revuelta, David Broncano se convirtió en el epicentro de las risas, acompañado por el comediante Raúl Cimas, quien fue homenajeado por su disposición a ayudar al programa en momentos de necesidad.

La intervención de Cimas llegó justo después de una entrevista con Rigoberta Bandini, quien también ha expresado haber sido excluida de El Hormiguero. Cimas, conocido por su humor ácido y provocador, no decepcionó a la audiencia y compartió su intención de "dar una paliza" al equipo de La Revuelta como una especie de venganza humorística por un episodio anterior en el que había hecho lo mismo con los de El Hormiguero.

Durante su intervención, Cimas aclaró que sus comentarios eran meramente ficticios, pero con una clara alusión a las presiones que sentía por parte de Risto Mejide. Este último, conocido por su carácter directo y su habilidad para señalar las absurdidades del mundo del entretenimiento, no tardó en responder.

Risto Mejide tomó la palabra en su cuenta de 'X', donde dejó claro que no se quedaría callado ante las "graves acusaciones" de Cimas. Con un tono que mezclaba la sátira y la seriedad, Mejide comentó: "Solo deciros que no nos queda más remedio que contestar hoy durante la emisión del programa y hacia el final, si puede ser". Esta respuesta anticipa un enfrentamiento lleno de humor y posiblemente más polémica en las pantallas del miércoles.

El espectáculo televisivo español se manifiesta como un campo de batalla de ingenio y sarcasmo, y la tensión entre estos programas parece estar lejos de resolverse. La guerra de audiencias sigue encendida, y los seguidores de ambos lados no pueden esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en sus próximas emisiones. Con el tino característico de ambos presentadores, los espectadores están seguros de que las risas y la ironía continuarán a la orden del día.