Las casas reales europeas se encuentran en un momento crítico, y la última en sufrir un revés de salud ha sido la princesa heredera Mette-Marit de Noruega. A sus 51 años, enfrenta una nueva baja médica debido a complicaciones derivadas de su enfermedad crónica, la fibrosis pulmonar. Este nuevo episodio le impide cumplir con sus compromisos oficiales, lo que ha generado gran preocupación entre los ciudadanos noruegos y seguidores de la realeza europea.

La Casa Real noruega ha emitido un comunicado para aclarar la situación de Mette-Marit, quien, tras haber enfrentado varios meses difíciles por cuestiones de salud, se ve obligada a cancelar su visita a la esperada Feria Internacional del Libro de Leipzig, un evento cultural de gran relevancia. En el comunicado, se detalla: “La cancelación se debe a quejas relacionadas con la fibrosis pulmonar, enfermedad crónica de la Princesa Heredera”. Esto implica que la situación de salud de Mette-Marit no mejora y podría requerir atención médica continua en las próximas semanas.

La preocupación por su salud se intensifica, especialmente considerando que también atraviesa tensiones familiares, ya que su hijo mayor, Marius Borg, enfrenta serias acusaciones legales que han afectado a la familia real. Las dificultades personales y de salud han puesto a prueba la resiliencia de Mette-Marit, quien siempre se ha mostrado como un pilar de apoyo para su familia y la nación.

Se espera que en los próximos días se emita más información sobre su estado de salud y cuáles serán sus próximas actividades si logra recuperarse. Mientras tanto, sus admiradores y el pueblo noruego mantienen los dedos cruzados por su pronto restablecimiento.