La Unión Deportiva Logroñés cosechó su segundo empate sin goles consecutivo frente al Arenas de Getxo, que se presentó como el líder del Grupo 2 de la Segunda RFEF. Este resultado frena la racha de ocho victorias seguidas del equipo vasco. En esta jornada, el Eibar B se coloca en la cima de la clasificación con 28 puntos, igualando la puntuación del Arenas, mientras que los blanquirrojos se mantienen a cinco unidades de la cabeza, ubicándose en la quinta posición.

En sus últimos cinco partidos, Logroñés ha logrado solo seis puntos de los 15 posibles, lo que ha generado preocupación entre los aficionados y el cuerpo técnico. Miguel Flaño, entrenador del equipo, reconoce que el rendimiento no es el esperado: “Estamos un pelín por debajo de lo esperado. Sin embargo, confío en que esta situación se puede superar a través del trabajo diario y la fuerza del grupo. Es hora de ser más equipo que nunca.”

El encuentro comenzó de manera gris, con una primera mitad sin ritmo y una falta de ocasiones claras. Sarriegi y Ugarte tuvieron oportunidades, pero no lograron concretar. En la segunda parte, el equipo mostró mejorías y las ocasiones comenzaron a llegar, destacando algunos disparos peligrosos de Barrero. El delantero aragonés fue el más destacado, pero a pesar de sus intentos no pudo marcar. A diez minutos del final, el portero rival, Galindo, exigió lo mejor de sí mismo al detener tiros de Madrazo y Agüero, manteniendo su portería a cero.

Lamentablemente, la jornada se ensombreció con la lesión de Kike Royo, quien debió ser sustituido por Daza tras sufrir un dolor en la rodilla derecha. Aún se esperan pruebas médicas que determinarán la gravedad de la lesión. La próxima semana, la UD Logroñés visitará a Isla para enfrentarse al Anguiano en lo que será un partido clave para retomar la senda de la victoria. El desafío es grande, y aún queda un largo camino por recorrer en esta temporada llena de altibajos.