
Las Injusticias de la Fórmula de Trump: ¿Por Qué Algunos Países Quedan Fuera de los 'Aranceles Recíprocos'?
2025-04-05
Autor: Ana
Los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump han sacudido la economía global de maneras inesperadas. Mientras la guerra comercial avanza y sus consecuencias se hacen cada vez más evidentes, expertos de todo el mundo critican la forma arbitraria en que se establecen estos gravámenes. Carlos Cuerpo, un influyente ministro, lo calificó de 'totalmente arbitrario e injustificado', lo que subraya la preocupación por la falta de coherencia en esta política comercial.
En términos simples, los aranceles son impuestos que los países aplican a las importaciones de productos o servicios de otros Estados. Esto significa que si una empresa estadounidense compra un automóvil fabricado en China, tendrá que pagar tanto el precio del vehículo como los aranceles correspondientes. Estos impuestos tienen un doble propósito: son una fuente de ingresos para el gobierno y una herramienta para proteger las industrias locales.
La estrategia de Trump ha llevado a Estados Unidos a imponer aranceles a países como México, Canadá y China, bajo la justificación de combatir el tráfico de drogas y la inmigración. Además, ha amenazado a Colombia para que acepte vuelos con inmigrantes deportados y ha señalado que gravará las importaciones de naciones que compren petróleo a Venezuela, lo que añade una dimensión geopolítica a esta situación.
¿Pero qué países logran escapar de los 'aranceles recíprocos'?
Interesantemente, los países más afectados son algunos de los principales socios comerciales de EE. UU., como la Unión Europea (20% de aranceles), China (34%), Japón (24%), y Corea del Sur (25%). No obstante, hay países que no entran en esta lista, tales como Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte y Cuba, que ya enfrentan sanciones y restricciones severas.
Tanto Canadá como México, a pesar de ser aliados comerciales cercanos, no son parte de los 'aranceles recíprocos' ya que continúan bajo un régimen impositivo del 25% por temas relacionados con el fentanilo y la inmigración. Esto ha llevado a una considerable confusión entre los comentaristas económicos, quienes preguntan por qué algunos países se benefician de una situación especial mientras otros enfrentan tasas impositivas exorbitantes.
La fórmula propuesta por Trump para calcular estos aranceles es tan simple que resulta desconcertante. Al parecer, se basa únicamente en el déficit comercial que EE. UU. mantiene con cada país, dividiendo esa cifra entre dos. Este método ignora factores complejos como las regulaciones comerciales o el IVA, lo que ha suscitado críticas sobre su viabilidad y efectividad.
El cálculo efectivo de los aranceles consiste en comparar el déficit comercial de EE. UU. con el valor de las importaciones de cada país. En un escenario donde el déficit es elevado, el porcentaje aplicado a los aranceles aumenta, lo que puede resultar en una carga considerable para esos países. Por ejemplo, si EE. UU. tiene un gran desequilibrio comercial con una nación determinada, eso se traduce automáticamente en aranceles más altos, afectando no solo a las economías de exportación, sino también a los consumidores estadounidenses.
Sin embargo, el presidente propone que esta 'estrategia' de aranceles está diseñada para proteger a los productores nacionales y fomentar la economía estadounidense. Pero la realidad es que estos gravámenes pueden desencadenar un ciclo de represalias comerciales, provocando un impacto negativo en todas las partes involucradas.
Debido a esta turbulencia, los economistas advierten sobre las posibles repercusiones de estas políticas. ¿Podría esta guerra comercial llevar a un colapso económico global? La incertidumbre persiste, mientras los analistas siguen de cerca las decisiones de la administración Trump.