La rivalidad entre Carlos Sainz y Charles Leclerc en Ferrari ha alcanzado un nuevo nivel tras la reciente carrera en Las Vegas. Con la inminente llegada de Lewis Hamilton al equipo y la salida de Sainz hacia Williams, la tensión en el paddock es palpable. En esta ocasión, Charles Leclerc no pudo contener su frustración tras quedar en cuarto lugar, justo detrás de su compañero español, quien terminó en el tercer puesto.

Desde el inicio de la carrera, Leclerc parecía tener la ventaja tras superar a Sainz en la primera curva. Sin embargo, Carlos optó por una estrategia más conservadora, cuidando sus neumáticos, mientras que Leclerc se lanzó de cabeza a intentar superar a George Russell, lo cual le costó caro al desgastar sus gomas demasiado pronto.

Momentos claves de la carrera

En la vuelta 27, con Lewis Hamilton presionando a Leclerc, Sainz recibió órdenes de ceder su posición a su compañero. Aunque obedeció, la estrategia no salió como se esperaba. En un giro dramático, Carlos se encontró con que los mecánicos no estaban listos para su parada cuando se le indicó que entrará a boxes. La incredulidad de Sainz se hizo evidente cuando exclamó: "¡Despertad, chicos! Vamos!", dejando claro su malestar por la falta de coordinación del equipo.

Sainz finalmente terminó realizando su parada después que Leclerc, lo que le permitió mantenerse por delante. A pesar de una advertencia por radio de Ferrari de que no presionara a su compañero, Sainz superó a Leclerc de manera efectiva, aprovechando la diferencia de ritmo entre ambos. La frustración de Leclerc aumentó al ver que Sainz no solo le había adelantado, sino también a Verstappen.

El estallido de Leclerc

Después de la carrera, Leclerc dejó escapar su frustración en un comentario que creyó privado, diciendo: "Fucking pick up what the fuck you want", lo que se traduce como "Recoge lo que te salga de los cojones". Al darse cuenta que su radio estaba abierta, rápidamente se disculpó: "La radio está encendida, lo siento". Su ingeniero de pista trató de calmar la situación, reiterando la importancia de concentrarse en el campeonato de constructores.

El director del equipo Ferrari, Fred Vasseur, reconoció que había una confusión sobre las órdenes de posición y que se abordarían internamente. Leclerc admitió su frustración, aclarando: "Estaba muy frustrado. Las emociones están a flor de piel y lo hablaremos internamente".

La perspectiva de Sainz

Por su parte, Sainz reconoció la competitividad con Leclerc, pero optó por una visión más optimista post-carrera. "He disfrutado de la lucha con Charles. Siempre estamos cerca en ritmo y peleamos duro", dijo el madrileño. La situación en Ferrari no solo se centra en la rivalidad interna, sino también en la presión de mantenerse competitivos en un campeonato tan disputado.

A medida que se acercan las últimas carreras de la temporada, los nervios y la presión por los puntos del campeonato de constructores siguen aumentando. La próxima carrera promete ser otro campo de batalla, donde la colaboración del equipo será fundamental para asegurar resultados que beneficien a ambos pilotos y al equipo en general.