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Los socialistas pactan con Meloni a cambio de desbloquear a Teresa Ribera: ¿Qué significa para Europa?

2024-11-18

Autor: Carmen

Los socialistas han decidido abrirse a apoyar a Raffaele Fitto, el candidato de Giorgia Meloni para la vicepresidencia de la Comisión Europea, a cambio de desbloquear el nombramiento de Teresa Ribera, que había sido obstaculizado por el Partido Popular Europeo debido a la negativa de socialistas y liberales a permitir el avance de la extrema derecha en el gobierno comunitario. Fuentes gubernamentales destacan: “La UE no puede seguir en inestabilidad por vetos cruzados. Para proteger a Europa, es crucial que la Comisión esté operativa, sin depender de las maniobras de Trump y la ultraderecha.”

La intensa lucha contra el PP europeo había sido liderada por la española Iratxe García, jefa del grupo de socialistas y demócratas en el Parlamento Europeo. La semana pasada, el grupo reiteró que no podía poner a Ribera y a Fitto en el mismo nivel, ya que Ribera representa una coalición de partidos que incluye a populares, socialistas y liberales, mientras que Fitto pertenece a los Conservadores y Reformistas (ECR), excluidos de la actual mayoría de Ursula von der Leyen. Es notable que tanto Meloni como los Fratelli d'Italia no respaldaron a von der Leyen en su reelección, aunque el PPE sigue mostrando su disposición.

Desde el gobierno de Pedro Sánchez se subraya que la decisión no debe ser entre 'Ribera o Fitto', sino más bien en favor de un consenso que garantice la estabilidad europea en un contexto internacional complicado. Enfrentamientos con la administración Trump, que amenaza con aranceles a productos europeos, y tensiones crecientes en Ucrania son solo algunas de las preocupaciones que generan presión sobre la UE.

Los socialistas priorizan la responsabilidad institucional para garantizar el funcionamiento de la Comisión Europea, a cambio de levantar su veto a Fitto. Esto les permite también asegurar el apoyo a Ribera, quien consideran que nunca debió estar en cuestión.

El mayor obstáculo en el proceso de elección de la nueva Comisión Europea ha sido siempre el italiano Fitto. Socialistas y liberales manifestaron un rechazo rotundo a su candidatura, argumentando que los ECR no forman parte de la coalición que sostiene a von der Leyen. Sin embargo, el PPE, bajo la dirección de Manfred Weber, ha condicionado su apoyo a la candidatura de Meloni a que estas fuerzas respalden a Fitto, usando la candidatura de Ribera como una herramienta de negociación.

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha dado a entender que la cesión de los socialistas es un hecho, afirmando: “Ahora la oferta del PSOE en Europa es pactar con lo que llaman la ultraderecha europea.” Desde Génova, se señala que tras paralizar el proceso de elección de vicepresidentes, la estrategia apuntaba a mantener el proceso en un estado incierto.

Actualmente, las evaluaciones de los seis vicepresidentes y del comisario húngaro, Oliver Varhely, están en suspenso a la espera de un acuerdo entre las principales familias políticas. El reto continúa, aunque la confianza entre populares, socialistas y liberales se encuentra muy debilitada, incluso si se llega a algún tipo de acuerdo para que la nueva Comisión Europea comience a funcionar.

Weber se encuentra en un juego de poder que podría redefinir la relación dentro de la Eurocámara, influyendo también en la mandataria von der Leyen. A pesar de la oposición de algunos líderes de la derecha tradicional, ella no ha incluido a Meloni en el mismo saco, lo que complica aún más la situación.

Aunque el PP español rechaza la candidatura de Ribera e insta a Sánchez a nominar a otro candidato, los populares europeos han suavizado sus demandas, condicionando el visto bueno a Ribera a su presentación en el Congreso, prevista para el miércoles. Este movimiento demuestra el intrincado juego de alianzas y tensiones que caracteriza la política europea actual.

En resumen, el escenario es incierto, pero aún hay espacio para un acuerdo que permita que la nueva Comisión reúna los votos necesarios la próxima semana en Estrasburgo, aunque todo dependerá de las negociaciones y el clima político en los días venideros. ¿Logrará la Comisión salir adelante o se verá atrapada en un mar de bloqueos y vetos? La respuesta podría cambiar el rumbo de Europa.