El Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia ha abierto diligencias previas debido a la denuncia presentada por la organización Manos Limpias. Esta denuncia se centra en la presunta mala gestión por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar durante la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que azotó la provincia el pasado 29 de octubre.

Este fenomenal temporal provocó inundaciones devastadoras y graves daños materiales en diversas localidades, así como la trágica pérdida de vidas. Ante la magnitud de esta crisis, las autoridades están bajo la lupa, y ahora enfrentan serias acusaciones que podrían tener repercusiones significativas para sus responsables.

Según fuentes cercanas al caso, el Juez se ha inhibido en favor del tribunal que investiga una muerte relacionada con el temporal, lo que añade una capa de complejidad a la investigación. La intención es esclarecer si la Aemet y la CHJ actuaron con la prontitud y efectividad necesarias para mitigar los efectos de la DANA, lo que es fundamental para la seguridad pública en futuros eventos meteorológicos extremos.

Los ciudadanos de Valencia esperan respuestas claras y responsables, mientras la presión para que las instituciones rindan cuentas aumenta. Este caso es un recordatorio de la importancia de la preparación y la respuesta adecuadas ante desastres naturales, algo crucial en el contexto del cambio climático actual.

Además, se han multiplicado las solicitudes para que se revisen los planes de emergencia y se realicen mejoras en la infraestructura hídrica de la región para evitar que episodios similares puedan ocurrir en el futuro. La ciudadanía se pregunta: ¿quién asumirá la responsabilidad por este caos? La respuesta podría marcar un precedente importante en la gestión de crisis en España.