Rafael Nadal, el legendario tenista español, ha dejado una profunda huella en el mundo del deporte y tras su reciente retirada, asegura que su vida continúa llena de pasiones y proyectos. "Siempre he sido feliz fuera del tenis y no tengo miedo a mi vida después. Siempre tendré muchas cosas que me hacen disfrutar", afirmó el jugador tras su derrota en las Finales de la Copa Davis contra Holanda, marcando un hito en su trayectoria.

Aunque se despide del tenis profesional, Nadal se mantiene comprometido con el deporte que tanto ama. "Me voy a retirar del tenis profesional pero sigo estando aquí para cualquier cosa. Espero ser un buen embajador para el tenis", destacó durante su emotivo discurso en Málaga, donde dejó claro que su conexión con el tenis perdurará.

Uno de sus legados más importantes es la Rafa Nadal Academy, ubicada en su ciudad natal, Manacor. Este impresionante complejo no solo acoge a jóvenes tenistas en formación sino que también brinda instalaciones para otros deportes como el ciclismo y el fútbol. Este centro deportivo cuenta con una variedad de instalaciones que incluyen 16 pistas de superficie rápida, 20 de tierra batida, incluidas siete semicubiertas, y un completo gimnasio. Personalidades del tennis como Casper Ruud y Jaume Munar han entrenado aquí, convirtiendo esta academia en un referente de alto rendimiento.

La Fundación Rafa Nadal es otra de sus grandes iniciativas, apoyada por su madre, Ana María, y dirigida por su esposa, Mery Perelló. Esta organización, que comenzó su andadura en 2010, busca la transformación social a través del deporte, con programas que incluyen colaboración con la Fundación Vicente Ferrer en India y actividades con Special Olympics para personas con discapacidad. Además, existen centros en varias ciudades de España, donde imparten educación, integración social y promoción del bienestar.

Fuera de su faceta como embajador del tenis, Nadal tiene una gran pasión por el mar y la pesca. Disfruta de navegar en su catamarán por las costas de Baleares y se siente renovado al sumergirse en el agua. En una entrevista, compartió su amor por el buceo, describiéndolo como una actividad que le otorga paz y tranquilidad, lejos del bullicio del mundo.

No solo el mar es su refugio; el golf también ocupa un importante lugar en su vida. Con un hándicap de -1,0, ha competido en torneos a nivel regional y no se descarta que lo veamos en competencias profesionales como LIV Golf Valderrama o el Acciona Open de Madrid. Admira a Tiger Woods, con quien ha desarrollado una amistad, y recibe mensajes de apoyo de otros grandes del golf, como Rory McIlroy, quien le dijo: "Nos vemos en los campos de golf".

Además, su amor por el fútbol como ferviente madridista le asegura que siempre encontrará nuevas formas de involucrarse en el deporte, ya sea a través de eventos, colaboraciones o incluso como comentarista. La vida de Nadal después del tenis promete ser tan emocionante como su carrera profesional, llenando el mundo del deporte con su pasión y dedicación. ¡La aventura realmente continúa!