Stellantis ha confirmado en un comunicado oficial que el proceso para encontrar un sucesor para Carlos Tavares, quien se retirará al final de su mandato como CEO a principios de 2026, ya está en marcha. Este proceso está siendo dirigido por un Comité Especial de la Junta, presidido por John Elkann, y se espera que finalice su trabajo en el cuarto trimestre de 2025. Este movimiento estratégico se produce en un momento en que el sector automotriz enfrenta desafíos significativos a nivel global, desde la escasez de semiconductores hasta las presiones por la sostenibilidad.

Además, Stellantis ha hecho ajustes en su cúpula directiva con el objetivo de adaptarse a estas incertidumbres del mercado. Las decisiones de liderazgo son críticas en un entorno tan cambiante, especialmente con las metas de electrificación y las nuevas normativas medioambientales que se implementan en diferentes regiones.

En cuanto a la inversión anunciada por el Ministerio de Industria, que destina 300 millones de euros a Stellantis, la Unión General de Trabajadores (UGT) ha declarado que la planta de Vigo ya cuenta con las condiciones necesarias para afrontar el futuro. Sin embargo, Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, sigue a la espera de nuevas inversiones adicionales para la fábrica de Vigo, lo que podría significar un impulso significativo para la economía local.

Es importante señalar que del total de 300 millones de euros asignados a Stellantis, un 70% será invertido en la planta de Zaragoza, apuntalando su capacidad productiva y preparando el terreno para la transición hacia vehículos más sostenibles. Stellantis se posiciona así como un actor clave en la transformación de la industria automotriz, y todos los ojos estarán puestos en cómo se desarrollará este proceso de sucesión y cómo se adaptarán a los desafíos futuros.