Miles de ciudadanos españoles que dependen diariamente del autobús como su principal medio de transporte se enfrentan a un nuevo caos en las estaciones debido a las imminententes jornadas de huelga de conductores de autobús programadas para este jueves y viernes. A pesar de que el sindicato UGT y la patronal Confebus han negociado un acuerdo para desconvocar la huelga en el sector de transporte por carretera previsto para los días 28 y 29 de noviembre, y 5, 9 y 23 de diciembre, CC OO se ha distanciado del consenso y mantiene su postura de protestas.

En un comunicado, UGT y Confebus señalaron que el acuerdo "consiste en solicitar, de forma conjunta, una vez entre en vigor el nuevo Real Decreto sobre el establecimiento de coeficientes reductores para anticipar la edad de jubilación, el inicio del procedimiento para el establecimiento de coeficientes reductores para el personal que realiza labores de conductor de autobús".

El pacto, según informaron ambas organizaciones, busca el equilibrio económico-financiero de los contratos públicos, proteger los empleos y asegurar la viabilidad empresarial. Sin embargo, ellos lamentan que a pesar de los intentos por llegar a un acuerdo, "no ha sido posible que CCOO se uniera a este compromiso".

"¡Paremos el transporte! ¡Únete a la huelga!" Estos son algunos de los mensajes contundentes que CC OO ha difundido en su página web, instando a los conductores de autobuses a no permanecer en la inacción. El sindicato afirma que la huelga sigue en pie y que UGT no puede desconvocarla unilateralmente, enfatizando que sin el acuerdo de CC OO, no pueden presentar la solicitud para la aplicación de los coeficientes reductores, como lo estipula la Ley General de Seguridad Social, art. 206.

CC OO se ha negado a firmar el acuerdo ya que este no incluye una fecha clara para la presentación de la solicitud conjunta. De acuerdo con CCOO, se propone que la solicitud se realice tras la aprobación del mencionado Real Decreto, lo que les deja en una situación de espera que consideran inaceptable. Para ellos, es crucial que los coeficientes reductores sean modificados de inmediato, y no cuando el gobierno lo decida.

Con un tono alarmante, CCOO advierte que no hay garantías de que la administración continúe bloqueando la aplicación de esos coeficientes para los conductores profesionales. Han estado esperando desde 2021 un "nuevo" Real Decreto que parece estar muy lejos de concretarse con la actual inestabilidad política en el Congreso de los Diputados.

El sindicato también recuerda a los trabajadores interesados en unirse a la huelga que no es necesario avisar con antelación. De hecho, es inconstitucional que la empresa intente averiguar quién participará mediante encuestas o cuestionarios. La participación en la huelga contará como ausencia laboral, lo que puede derivar en el descuento de salario y pagas adicionales. No obstante, CC OO reafirma que la decisión de ir a la huelga es un derecho individual, limitado solo por la designación de un servicio mínimo o de seguridad.

En conclusión, esto escalona no solo la incertidumbre sobre el transporte urbano, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de los sindicatos para llegar a una cifra que satisfaga a todas las partes involucradas. Mientras las negociaciones continúan, miles de usuarios deben prepararse para navegar por el caos del transporte público. ¡Están advertidos!