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Periodistas valencianos desmitifican el "falso mito" del antimadridismo: ¡No todo comenzó con Mijatovic!

2025-04-05

Autor: María

La figura de Pedja Mijatovic en el Valencia fue y sigue siendo un tema candente. Su traspaso al Real Madrid en 1996 dejó una huella profunda en la afición valenciana, que no perdonó su partida. Alfonso Gil, periodista deportivo, recuerda que "Judas Mijatovic" fue el apodo que usó el valencianismo para referirse a él tras su salida. Mijatovic tuvo un impacto significativo en el Valencia, logrando 28 goles en su última temporada y llevando al equipo a un subcampeonato que terminó con el Atlético de Madrid alzándose como campeón de Liga. La afición estaba furiosa, no solo por el traspaso al eterno rival, sino porque Mijatovic había afirmado que no se iría del club.

El enfado de los seguidores se agrava si consideramos que Valencia aspiraba a competir con el Madrid en esa época. Cayetano Ros, quien ha seguido al Valencia durante décadas, explica que la indignación fue similar a lo que se vivió con la marcha de Figo del Barcelona al Madrid. "La rivalidad siempre ha existido y Mijatovic encendió esas llamas", añade Paco Lloret, quien también señala que el antimadridismo como término podría ser más reciente, pero la rivalidad es centenaria.

Los periodistas coinciden en que no se puede atribuir el antimadridismo únicamente al episodio de Mijatovic. Alfonso Gil menciona varios enfrentamientos históricos que dejaron marca: la polémica eliminación de Copa en 1930, donde Valencia se retiró tras un escandaloso arbitraje, evidencia de una rivalidad que ha sido alimentada desde mucho antes de la llegada de Mijatovic. El rol de los árbitros en esta rivalidad es indiscutible, con decisiones controvertidas que han dejado a la afición valenciana con la sensación de ser siempre el equipo perjudicado.

La situación actual del Valencia contrasta radicalmente con el pasado. Ahora lucha por mantenerse en La Liga, mientras que el Real Madrid sigue compitiendo por el título. Sin embargo, la falta de competencia ha hecho que el antimadridismo se sienta menos intenso en estos momentos. Cayetano Ros comenta que ahora hay menos rivalidad porque el Valencia no está a la altura, y la percepción del antimadridismo ha disminuido notablemente, siendo probablemente el periodo de menor aversión hacia el Madrid desde hace medio siglo.

A pesar de lo anterior, la historia del valencianismo y su rivalidad con el Madrid permanecerá. Este relato se forjara no solo por los traspasos o las decisiones arbitrales, sino por años de historia compartida, victorias, derrotas y la lucha por el prestigio. En este sentido, el legado de Mijatovic es solo un capítulo en una narrativa mucho más amplia sobre la identidad y la rivalidad de Valencia frente al gigante blanco, que ha sido siempre su gran adversario. El futuro de esta rivalidad dependerá de la capacidad del Valencia de volver a colocarse como un competidor significativo en el fútbol español, repitiendo los ecos de un pasado donde el antimadridismo ardía con fuego inextinguible.