
¿Por qué Noruega se aleja de la Unión Europea? Las sorprendentes razones de su negativa
2025-03-26
Autor: Lucia
Noruega es conocido por ser uno de los países más activos en la OTAN y cuenta con un sistema de bienestar social envidiable, además de una posición geográfica que le otorga ventajas únicas en la pesca, la agricultura y la industria. Sin embargo, a pesar de su ubicación en Europa y de ser parte del Espacio Económico Europeo y de la zona Schengen, Noruega no es miembro de la Unión Europea (UE), a diferencia de sus vecinos dinamarqueses, suecos y finlandeses. Este país nórdico ha rechazado su adhesión en dos ocasiones, en 1972 y 1994, y esto se debe a múltiples factores relacionados con su territorio y su identidad.
Hasta la fecha, Noruega es el único país nórdico que ha llevado a cabo dos referendos para decidir sobre su pertenencia a la UE, ambos con resultados negativos. En 1972, después de solicitar su ingreso en la Comunidad Económica Europea por primera vez, los noruegos decidieron rechazar la propuesta con un 53% de votos en contra. Quisieron mantener su independencia y su particularidad cultural nórdica, alejándose de las influencias que podrían venir con la membresía en la UE.
En 1994, Noruega realizó un segundo referéndum tras la creación de la Unión Europea donde, a pesar de haber aprobado las negociaciones en el parlamento, los votantes optaron nuevamente por mantenerse fuera de la UE, esta vez con un 52,2% de oposición. Entre las principales razones de esta resistencia se encuentran el alto nivel de bienestar social que disfrutan los noruegos y un fuerte sentido de identidad nacional que valoran por encima de los beneficios que podría traer la integración europea.
A pesar de su negativa a entrar en la UE, la relación de Noruega con la Unión Europea es significativa y se enmarca dentro del Espacio Económico Europeo, que facilita su acceso a muchos beneficios del mercado europeo. Además, Noruega es parte del área Schengen, lo que permite la libre circulación de personas, y colabora estrechamente con la UE en temas de política exterior y seguridad. Este compromiso evidencia que, aunque Noruega no sea parte de la UE, mantiene una conexión activa y operativa con Europa, cuestionando así la idea de que la membresía sea la única forma de cooperación efectiva en el continente.
En un contexto donde muchas regiones buscan una mayor integración, la decisión noruega de permanecer fuera de la UE nos invita a reflexionar sobre los diferentes caminos que los países pueden tomar en su búsqueda de crecimiento y estabilidad. La situación de Noruega es un ejemplo perfecto de cómo la soberanía y la identidad nacional pueden prevalecer sobre las aspiraciones de unión política dentro de Europa.